Txita: cuando la bicicleta se convierte en empresa

Txita es mucho más que un negocio sobre ruedas es un proyecto que ha sabido reinventarse sin perder su esencia. Esta empresa donostiarra, nació en 2006 , pero antes había sido un proyecto universitario que con el tiempo se convirtió en una empresa pionera que ha sabido adaptarse a los cambios y adelantarse a las necesidades de la ciudad.

Lo que comenzó como un servicio de bici-taxi, hoy casi 20 años después, se ha convertido en un ejemplo de movilidad sostenible, innovación urbana y compromiso con la ciudad. Detrás de esta aventura sobre ruedas está Dani Ruiz, su cofundador y un gran equipo humano.

En `Hoy por Hoy San Sebastián´ Dani Ruiz confiesa que “nunca pensamos que lo montaríamos de verdad. Todo comenzó como un trabajo de clase en la UPV”, recuerda, pero una serie de acontecimientos personales y mucha motivación hicieron que el proyecto se convirtiera en realidad.

La chispa nació en Londres, al ver cómo los famosos rickshaws movían personas entre pubs y restaurantes. Dani, mecánico de bicicletas en aquel entonces, pensó que aquello podía tener sentido en Donosti. Y así fue. En 2006 nació Txita, con un servicio de bicitaxi por la ciudad. El nombre lo tenían claro, TXI de Txirrinda (bici en euskera) y TA de taxi, recuerda.

Pero lo que parecía un servicio turístico pronto evolucionó. El verdadero modelo de negocio estaba en la publicidad móvil: los triciclos eran soportes publicitarios sobre ruedas.

Con el auge de las redes sociales y el declive de la publicidad offline, Txita tuvo que reinventarse. La clave: aprovechar las restricciones al tráfico en el centro de Donostia para ofrecer un servicio de reparto urbano con triciclos.

Hoy en día, Txita realiza reparto de última milla en el centro, Parte Vieja y Gros para grandes operadores logísticos.

“Es un servicio muy exigente, con márgenes muy bajos, pero creemos que es el futuro de la logística urbana”, señala Dani, aunque también reconoce que las normativas de zonas de bajas emisiones aún no les favorecen como esperaban.

Pero Txita no solo reparte. Hace ocho meses abrieron un showroom en la calle Mundaiz, 12, para promover el uso de bicicletas de carga (cargo bikes) y bicis plegables.

“En Europa ya es normal llevar a los niños al cole o hacer la compra en una bici de carga. Queremos que aquí también lo sea”, dice Dani. Por eso, ceden bicicletas para probarlas sin compromiso y romper miedos.

También ofrecen servicios de formación en ikastolas, asesoramiento a empresas, y hasta megafonía móvil para eventos —sí, un “papamóvil musical” en triciclo, DJ incluido.

Este año, Txita también ha sido premiada en el concurso de escaparates del Festival de Cine de San Sebastián, con una propuesta que juega con las palabras: “Nominados a mejores actores de reparto”. Colocaron uno de sus triciclos en el escaparate y el público lo aplaudió... hasta subirlo al podio.

Aunque reconocen que el camino no es fácil, Dani lo tiene claro: “Queremos que Donostia sea líder en uso de cargo bikes en la península”. La movilidad sostenible, dice, no es una moda, es una necesidad. Y Txita quiere ser parte de ese cambio.