Guruzu: un restaurante que une gastronomía e inclusión social en el corazón de Bilbao
EDE Fundazioa impulsa un espacio pionero que combina alta cocina, inclusión laboral y compromiso social


Bilbao
En pleno Indautxu, en la calle Manuel Allende 10, ha abierto sus puertas Guruzu, un nuevo restaurante que combina la gastronomía con la inclusión social. Impulsado por EDE Fundazioa, el proyecto busca generar oportunidades reales de empleo y convivencia para personas en situación de vulnerabilidad, en un espacio abierto a toda la ciudadanía.
El nombre del local, Guruzu, proviene de la expresión vizcaína “zer gura dozu?”, que significa “¿qué deseas?”. Y precisamente eso busca el proyecto: ofrecer un espacio donde todas las personas —con o sin recursos económicos— puedan compartir mesa, comida y conversación.
“Guruzu es mucho más que un restaurante. Es un proyecto social, de inclusión e innovación”, explica Andy Gines, responsable de Fundación EDE. El local cuenta con capacidad para 60 personas por turno y aspira a que, aproximadamente, un 20% de su clientela disfrute del menú de forma subvencionada gracias a un sistema tecnológico que preserva la confidencialidad: a través de una tarjeta “Guruzu”, quienes la tengan podrán obtener descuentos o incluso pagar un 0 % del precio sin que el resto de comensales lo note.
El menú del día, que incluye pan, agua o vino, cuesta 15 euros al mediodía y 21,50 euros en la versión más completa, con cinco primeros, cinco segundos y cuatro postres. “El menú tiene que ser espléndido, si no, no funcionaríamos”, asegura Marivi Maroto, coordinadora del área de restauración. Entre las primeras propuestas figuran platos como alubias con sacramentos, tallarines con gambas o ensalada de queso de cabra con manzana y frutos secos. Entre los segundos: entrecot con pimientos del país, salmón sobre crema de espinacas o focaccia de tomate con pesto.
Inserción laboral y convivencia
El equipo inicial está formado por 12 personas, de las cuales la mitad tiene un contrato de inserción sociolaboral y la otra mitad un contrato ordinario. También se ha cuidado la paridad: 50 % hombres y 50 % mujeres. “Para muchas de nosotras esta oportunidad es un abrazo, una segunda familia”, dice emocionada Valodia Mendes, cocinera en proceso de inserción.
Otro de los protagonistas es Chou Ouaziz, ahora camarero, que llegó a Euskadi en 2016 tras pasar por el sistema de acogida de menores. “Veo que esto va a ir adelante, la gente es muy amable. Es un proyecto que te enseña y te da una oportunidad real”, cuenta satisfecho.
Además de restaurante, Guruzu será un espacio cultural abierto a la ciudad. A partir de la próxima semana, 20 de octubre, acogerá conciertos, exposiciones y charlas, en colaboración con festivales como Loraldia, Zinebi o Pentagrama Fest. “Queremos que Bilbao sepa que tiene un nuevo lugar donde suceden cosas”, apunta Maroto.
Gines insiste en el valor simbólico y social de la iniciativa: “Vivimos en una sociedad cada vez más polarizada. Guruzu quiere ser un pequeño paso hacia una ciudad más justa, más equitativa y más normalizada”. Las reservas ya pueden realizarse en guruzu.eus, y desde este lunes las puertas estarán abiertas a todas las personas, sin distinciones, en el corazón de Indautxu.




