Manuel Carreiras: “Detectar la dislexia cuanto antes es clave para mitigar sus efectos”
El director científico del Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) recibe el Premio Nacional de Dislexia en la categoría de Ciencia e Investigación por su trayectoria y aportaciones al estudio del lenguaje y los trastornos de lectura.

Manuel Carreiras: “Detectar la dislexia cuanto antes es clave para mitigar sus efectos”
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San Sebastián
El investigador Manuel Carreiras, director científico del Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL), ha sido distinguido con el Premio Nacional de Dislexia 2025 en la categoría de Ciencia e Investigación, otorgado por la Federación Española de Dislexia. El galardón reconoce su trayectoria y sus aportaciones al estudio del lenguaje y la neurociencia.
“Estoy muy contento, por supuesto, y con ganas renovadas de seguir trabajando en algo que puede tener una repercusión importante en la vida de las personas”, aseguró Carreiras tras recibir la noticia del premio.
El investigador, considerado una referencia internacional en el estudio de la dislexia, subraya la importancia de la detección temprana. “Una de las cosas más importantes es pillarla cuanto antes”, explica. “Si tenemos biomarcadores tempranos que indiquen que un niño con ciertas peculiaridades puede desarrollar dislexia, estaremos en la mejor situación para afrontarlo”.
Según Carreiras, la dislexia no es una enfermedad que se cure, sino “un trastorno con diferencias individuales, pero cuya raíz común está en la dificultad para transformar grafemas en fonemas”. Esta transformación, añade, “es la base de la lectura, uno de los pilares del sistema educativo”.
El científico recuerda que la dislexia afecta a millones de personas y que aún existen muchos mitos. “Los padres son los primeros que se dan cuenta de que algo no va bien”, señala. “El niño no es vago ni tiene otras dificultades, pero presenta problemas en la correspondencia entre grafemas y fonemas”. Por eso, anima a las familias a acudir a un logopeda o a un psicólogo especializado si sospechan que su hijo puede tener dificultades de lectura.
Carreiras advierte que no todos los casos son iguales: “En la dislexia hay distintos grados y la mayoría son tratables si los detectamos muy al inicio. Siempre digo que no es como estar o no estar embarazado; aquí hay muchos matices”.
Entre los síntomas tempranos, el científico menciona que “el niño puede tener dificultades para entender o producir lenguaje, o puede que solo las tenga al intentar leer”. A veces, añade, “los chicos más listos buscan estrategias para que no se note, y en castellano es más fácil enmascarar el problema porque nuestra ortografía es más transparente que la inglesa”.
Con una extensa trayectoria en el campo de la neurociencia del lenguaje, Carreiras destaca que esta disciplina “lo aporta todo al estudio de la dislexia”. Según él, entender el cerebro lector es como “tener el manual de instrucciones del coche: sabemos qué parte sirve para qué y dónde puede estar el fallo”.
Su equipo trabaja en el desarrollo de biomarcadores tempranos que permitan “coger el toro por los cuernos cuanto antes”. Estos marcadores, explica, “pueden ser tanto cognitivos como neurofisiológicos, y se obtienen mediante distintas señales que registramos del cerebro”.
Carreiras también ha investigado la relación entre bilingüismo y dislexia, especialmente en el contexto del euskera y el castellano. “Con el euskera y el castellano vamos bien porque ambos son ortografías transparentes: hay una correspondencia uno a uno entre sonido y letra”, explica. “En cambio, el inglés es más complicado, porque una misma letra puede sonar de formas distintas, y eso dificulta el aprendizaje de la lectura”.
El investigador apunta que “cuando la combinación es de dos lenguas transparentes, la dislexia se manifiesta de forma similar en ambas”, pero que “en combinaciones con lenguas opacas, como el inglés y el español, puede aparecer en una y no en la otra”.
Carreiras y su equipo del BCBL están además a punto de firmar un convenio con el Departamento de Educación del Gobierno Vasco para trasladar sus hallazgos a las aulas. “Estamos desarrollando una batería de pruebas en euskera para diagnosticar el grado de dislexia en los escolares”, explica. “El objetivo es que la ciencia y la educación trabajen juntas para mejorar la detección y el tratamiento”.
Uno de sus proyectos más ambiciosos es Cortical Rhythmics, financiado por la Unión Europea, que estudia cómo las ondas cerebrales se sincronizan con el habla. “Queremos ver en qué medida la coherencia entre las ondas cerebrales y las ondas del lenguaje físico puede ayudarnos a detectar la dislexia incluso antes de que aparezca”, detalla. “Estamos observando cómo esos ritmos corticales cambian desde los cuatro meses y medio hasta los siete años, y cómo varían con el aprendizaje de una segunda lengua o de la lectoescritura”.
El científico subraya que este reconocimiento es también un homenaje al trabajo colectivo de su equipo. “No es un logro individual. Detrás de estos resultados hay un grupo de investigadores que trabaja con enorme dedicación”, afirma. “Este premio es para todos ellos”.
Carreiras, que ya había recibido el Premio Radio San Sebastián a la Excelencia en Investigación, concluye con un mensaje de motivación: “Estos reconocimientos son un aliciente para seguir investigando. Nos recuerdan que lo que hacemos tiene un impacto real en la vida de las personas, especialmente en los niños que se enfrentan a la dislexia”.

Nerea Rodríguez Iñarra
Soy periodista por la UPV/EHU con mención en Dirección de Comunicación y Máster en Comunicación Multimedia...




