Un informe de Ikusgune constata que el caso de los udalekus de Bernedo ha sido "instrumentalizado" para "generar odio hacia las personas trans"

Vitoria-Gasteiz

El caso de los udalekus de Bernedo ha recibido un "uso interesado por parte de sectores de ultraderecha" con el "objetivo de generar odio hacia las personas trans". Es una de las conclusiones a las que llega el informe del Observatorio LGTBI+ de Vitoria, Ikusgune, al hilo de las denuncias conocidas sobre estas colonias. Las publicaciones sobre el tema, tanto en redes como en ciertos medios de comunicación, "muestran una clara intención de construir un relato basado en el miedo y la desinformación", indica.

La reciente repercusión del caso ha resultado "especialmente preocupante" para Ikusgune. Por ello, han querido analizar las reacciones y los discursos de odio vertidos a raíz de las denuncias conocidas. Un informe en el que se describe, además, "una campaña de linchamiento focalizada" en una persona vinculada a los udalekus.

Tras analizar más de doscientos tuits relacionados con el tema y revisar la conversación en redes como TiktTok e Instagram, además de lo publicado en prensa, establecen que el contenido "constituye ejemplos claros de discursos de odio" y una "retórica tránsfoba que se usa estratégicamente para generar una mayor violencia".

En las publicaciones analizadas, se han detectado narrativas en las que se asocian los derechos LGTBIQ+ y la pedofilia, así como señalamientos personales, difusión de imágenes tránsfobas y argumentos de ultraderecha. "Este tipo de mensajes no sólo persigue desacreditar el trabajo o la legitimidad de las personas trans, sino también cuestionar su propia identidad. Se pasa así del ataque individual a la persecución colectiva", indica el informe.

La principal conclusión a la que han llegado desde Ikusgune es que el caso ha sido "instrumentalizado como pretexto para reactivar marcos ideológicos de extrema derecha" y "difundir una retórica tránsfoba y homófoba profundamente organizada".

Además, la investigación revela una "retroalimentación" entre redes sociales y medias de comunicación, donde ciertos titulares o enfoques contribuyen "a reforzar los marcos de odio presentes en el entorno digital". Los medios "actúan como amplificadores involuntarios del discurso tránsfobo", y generan un ecosistema comunicativo en el que "la desinformación y la hostilidad encuentran terreno fértil para su expansión".