Expertos destacan el potencial del robot “Lona” en Ortuella para acompañar a mayores, pero advierten de la necesidad de integrar la tecnología en los sistemas asistenciales
El alcalde Saulo Nebreda, la empresa Ser Infort y el director de GESCA analizan en Hoy por Hoy Bilbao-Bizkaia las posibilidades y retos del proyecto pionero con inteligencia artificial para combatir la soledad en las personas mayores
Expertos destacan el potencial del robot “Lona” en Ortuella para acompañar a mayores, pero advierten de la necesidad de integrar la tecnología en los sistemas asistenciales
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El Ayuntamiento de Ortuella ha puesto en marcha un proyecto pionero en Euskadi que busca aplicar la inteligencia artificial al cuidado de las personas mayores que viven solas. La iniciativa, desarrollada junto a la empresa vizcaína Ser Infort, permitirá que cuatro vecinos del municipio convivan con Lona, un robot diseñado para ofrecer compañía, conversación y detección de necesidades básicas.
El alcalde, Saulo Nebreda, ha explicado en Hoy por Hoy Bilbao-Bizkaia que “la acogida ha sido muy importante” y que el proyecto “es novedoso y está destinado al cuidado de nuestros mayores, algo fundamental para esta sociedad”. Nebreda ha recordado que la idea nació del laboratorio urbano impulsado por el Ayuntamiento dentro de la Red de Impulso, un espacio de innovación local que busca soluciones tecnológicas aplicadas al bienestar social. Según ha adelantado, el consistorio prevé iniciar la fase práctica a finales de noviembre, “con las cuatro personas seleccionadas, para después valorar su funcionamiento y posibles mejoras”.
Un compañero con inteligencia artificial al servicio de los mayores
El desarrollo técnico de Lona ha corrido a cargo de Ser Infort, una empresa vizcaína especializada en inteligencia artificial aplicada a la asistencia personal. Su responsable de comunicación, Naroa Abian, ha explicado que el proyecto “no es solo una mascota electrónica, sino un compañero que puede ayudar a combatir la soledad no deseada”. Según detalla, el objetivo es que “la integración de la inteligencia artificial tenga una repercusión real en la vida de las personas mayores”.
El robot cuenta con reconocimiento de voz, movimiento autónomo y un sistema de conversación natural que le permite mantener diálogos fluidos. “Habla, responde y genera temas de conversación; no es una interacción plana, sino que busca implicar emocionalmente a la persona”, señala Abian. Además, dispone de una base de carga automática y una aplicación móvil que facilita la conexión con familiares. “Los familiares pueden ver a través de la cámara lo que ve Lona y mantener contacto directo con sus mayores”, añade la portavoz de Ser Infort.
La visión del sector asistencial: innovación con integración
Desde el ámbito de la atención a personas mayores, el proyecto también ha suscitado interés. Aitor Pérez, director general de GESCA, red que gestiona múltiples residencias y servicios de atención en Bizkaia, valoró que se trata de “una buena propuesta para personas mayores válidas y autónomas que viven solas”. Pérez advierte sin embargo de que la iniciativa “debe integrarse en el sistema de atención existente”, ya que “aún queda camino por recorrer para lograr la interoperabilidad con servicios como BetiOn o la atención médica a domicilio”.
Pérez subraya que el principal reto no es solo tecnológico, sino administrativo. “Técnicamente, conectar estos dispositivos con los sistemas de teleasistencia es posible; el problema es más de tipo político o administrativo, y ahí es donde deben avanzar las administraciones”, apunta.
Una apuesta local por la innovación social
El Ayuntamiento de Ortuella prevé evaluar los resultados del proyecto tras la primera fase de prueba. Nebreda afirma que el consistorio “apostará por seguir desarrollando herramientas que ayuden a mejorar la calidad de vida y reducir la soledad de las personas mayores”, y recordó que Lona “ya se encuentra en fase de pruebas previas”. El alcalde insiste en que “todo lo que hagamos para combatir la soledad no deseada será poco para ayudar a nuestros vecinos”.
El proyecto forma parte de una estrategia municipal de innovación social que busca aplicar la tecnología con un enfoque humano, en colaboración con empresas vascas del sector tecnológico y de la inteligencia artificial. Con la llegada de Lona, Ortuella se sitúa como uno de los primeros municipios del Estado en testar robots conversacionales con aplicación social directa.
