La feria de Urkabustaiz, la primera afectada por la dermatosis nodular

Bilbao

La dermatosis nodular contagiosa ha obligado a suspender todas las ferias ganaderas en Euskadi hasta, al menos, el 30 de noviembre. La medida, adoptada por el Gobierno Vasco y las diputaciones forales, busca evitar la propagación de esta enfermedad vírica que afecta al ganado bovino, aunque no supone ningún riesgo para la salud humana ni para el consumo de carne o leche.

La XV Feria Agroganadera de Urkabustaiz es la primera en verse afectada por esta decisión. Tras catorce años celebrándose con presencia de animales, este domingo el recinto alavés no contará con ganado, aunque mantendrá el resto de su programación, con exhibiciones y venta de productos agroalimentarios y artesanos, juegos infantiles, concursos, actuaciones musicales, talleres y actividades culturales.

Desde el sector agrario, la medida se acoge con una mezcla de preocupación e incomprensión. Desde EHNE, su representante Garikoitz Nazabal reconoce que entre los ganaderos hay “mucha inquietud e incluso miedo”, no tanto por la enfermedad en sí —que no afecta a las personas— sino por las consecuencias que implicaría la detección de un foco, como el sacrificio total de los animales de una explotación. En su opinión, “el temor es mayor a las medidas que al propio virus”, y considera que la suspensión generalizada de ferias, incluso de aquellas que no reúnen especies afectadas, “cuesta entender” dentro del sector.

Más comprensivo se muestra el coordinador de ENBA, Xabier Iraola, quien admite que la prohibición “crea problemas”, pero la considera una decisión prudente y necesaria. Iraola recuerda que las ferias suponen grandes concentraciones de animales y vehículos procedentes de distintos lugares, lo que aumenta el riesgo de transmisión.

Además de la suspensión de ferias, las administraciones han reforzado los controles sobre el movimiento del ganado y han establecido cuarentenas obligatorias para los animales procedentes de zonas afectadas.

La dermatosis nodular contagiosa se transmite principalmente a través de insectos —como mosquitos o tábanos— y provoca fiebre, pérdida de producción y lesiones cutáneas en el ganado bovino. En las últimas semanas se han detectado 17 focos en Cataluña, lo que ha llevado también a comunidades como Cantabria, Asturias y Navarra a adoptar restricciones similares.

Mientras tanto, la medida en Euskadi se mantendrá hasta finales de noviembre, aunque podría prolongarse en función de la evolución de la enfermedad.