Denuncian esperas de hasta un año para registrar el testamento vital en Euskadi: "No es de recibo"
Responsables de la asociación Derecho a Morir Dignamente reclaman más recursos, campañas y formación para el personal sanitario

Responsables de la Asociación Derecho a Morir Dignamente / Javier Martin

Vitoria-Gasteiz
La asociación Derecho a Morir Dignamente de Euskadi han denunciado esperas de hasta un año para registrar el documento de voluntades anticipadas, más conocido como testamento vital, en las delegaciones territoriales de Salud.
Además de esta vía, existen tres formas más para validar este documento: ante notario, ante tres testigos o ante el personal médico o de enfermería de los centros de salud.
Sin embargo, responsables del colectivo se ha quejado que desde los ambulatorios se esté derivando a las delegaciones de Salud, tras constarar que en centros de salud solo se han validado el 4 % de los 11.000 voluntades anticipadas registradas en el último año.
"Cuando hay personas que piden hacerlo en su centro de salud, se les remite a la delegación territorial o a la unidad de cuidados paliativos. No se han puesto medios nuevos ante la demanda creciente y no es de recibo que la espera sea de una año en la delegación territorial", ha protestado Cristina Villaverde, portavoz de la asociación cuyos representantes han comparecido este lunes en el Parlamento vasco.
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Cristina Villaverde, portavoz de Derechos a Morir Dignamente de Euskadi, sobre el registro de las últimas voluntades
Campañas y más formación
Así las cosas, los responsables de la asociación han pedido más campañas institucionales de información para dar a conocer el derecho a la eutanasia, así como más medios materiales y personales.
Además, han propuesto que se incorpore a trabajadores sociales a esta labor.
Asimismo, han pedido la creación de un Observatorio de Muerte Digna para saber cómo se muere en Euskadi. "No sabemos cómo se muere porque desde 2019 no hay ningun estudio y la ley obliga", han recordado.
Responsable del colectivo han comparecido en comisión en el Parlamento Vasco para explicar a los grupos los aciertos y las carencias en el desarrollo de la ley aprobada en 2021 en la que se recoge el derecho a la eutanasia, así como para advertir de las dificultades para presentar los documentos de voluntades anticipadas en los centros de salud y los retrasos en las citaciones para registrarlos.
ha reconocido que la ley ha sido de gran ayuda para muchas familias, pero ha precisado que hay aspectos que deben mejorarse y se ha centrado en la falta de información que en ocasiones prestan los facultativos.Por ello, además de una mayor formación a los profesionales y de una mayor dotación de los mismos, ha planteado la necesidad de llevar a cabo campañas institucionales, del mismo modo que se hace con la vacunación de la gripe o los cribados de cáncer.Asimismo, ha explicado que tras la aprobación de la ley hay casos en los que se podría aplicar la eutanasia que concluyen con sedaciones paliativas, lo que no se recoge en ninguna estadística. La ley, según ha indicado, ha dado "tranquilidad" a los profesionales para hacer esas sedaciones "sin tener problemas legales maliciosos".




