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Historia

Rocío Peña, hija de Peña Ganchegui, sobre la iglesia de Zaramaga: "El daño al edificio podría ser irreversible"

El Archivo Luis Peña Ganchegui presenta un monográfico sobre la iglesia de San Francisco y alerta de los daños al edificio

Rocío Peña, El monográfico dedicado a la Iglesia de San Francisco de Asís

VITORIA-GASTEIZ

Es un edificio: acero y hormigón, aunque es también un símbolo para el barrio de Zaramaga y un espacio que atesora el recuerdo del 3 de marzo, de la matanza el 76. La iglesia de San Francisco, que acogerá el futuro Memorial del 3 de marzo, cuenta con un libro monográfico- impulsado por el archivo Peña Ganchegui- que pone en valor el legado del arquitecto Luis Peña Ganchegui.

Su hija Rocío Peña Azpilicueta, responsable del archivo que preserva el legado de su padre, ha lanzado una seria advertencia sobre el estado crítico de la Iglesia de San Francisco. En vísperas de la presentación de un nuevo monográfico dedicado a la historia y arquitectura del edificio, Peña Azpilicueta ha expresado su profunda preocupación por el deterioro progresivo de este emblema de la ciudad, cuyo futuro como Centro Memorial permanece bloqueado por al reubicación de la muestra de belenes que alberga.

Peña Azpilicueta apunta a que la situación se ha vuelto "mucho más compleja" recientemente, ya que "está entrando el agua, las pizarras están movidas, el lucernario tampoco está en muy buenas condiciones". Y apunta a que "esto ya supone un paso más en el deterioro, la estructura puede dañarse".

Explica que si la estructura metálica se oxida, "pierde capacidad portante" y se vuelve "más difícil de rehabilitar". Aunque existe una partida presupuestaria para unas "mínimas reparaciones" que garanticen el estado del inmueble, el inicio de dichas obras aún es incierto.

Planos, fotos e historia

La difusión de este patrimonio se materializa en el monográfico que se presenta mañana en Vitoria, el segundo de una colección dedicada a poner en valor la obra de Luis Peña Ganchegui y que ha servido como "excusa para ordenar y digitalizar la información" del archivo. El libro es un tesoro documental que incluye fotografías de la época, planos, documentación administrativa -como los permisos del Ayuntamiento- y bellas imágenes del proceso de construcción, que reflejan la "mucha calidad" con la que se levantó.

La elección de la Iglesia de San Francisco para este segundo volumen no es casual, dada "la oportunidad y al estado del edificio" y supone un viaje por el momento histórico en el que se levantó y por el crecimiento de la Vitoria que se cimentó en la llegada de miles de migrantes.

Una iglesia-ágora

La obra de Peña Ganchegui se sitúa en el contexto del post- Concilio Vaticano II que propugnaba una iglesia más abierta y con mayor participación de los laicos. El diseño, utilizando materiales austeros como el acero y el hormigón visto, reflejaba la intención de ser una "iglesia austera" que no buscaba decorados.

El arquitecto, influenciado por el espíritu de apertura eclesiástica, concibió el templo como "un lugar para la participación," con una planta cuadrada que se inspira en la Plaza Nueva de Olaguibel. Este diseño le otorga un carácter de "ágora" o espacio polivalente, capaz de albergar hasta 700 personas. Este enfoque polivalente es lo que la familia espera que se mantenga en el futuro memorial. Peña Azpilicueta insiste en que el futuro uso debería ser "dinámico y que recuerde a las víctimas" y que permita la entrada de otros agentes.

Para el archivo, el libro es "una capa más" que dota de "valor patrimonial del edificio", un valor que debe ser respetado en cualquier proceso futuro.

El año que viene, además, se celebrará el centenario del nacimiento del arquitecto Luis Peña Ganchegui.