Acoso escolar: expertos alertan sobre la soledad de las víctimas y la necesidad de actuar
En Hoy por Hoy Irun hemos hablado con Mercedes Bautista, Fiscal de menores de Gipuzkoa, con la abogada Beatriz Rodríguez y la psicóloga María Eugenia Marful
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Escucha la entrevista completa a Mercedes Bautista, la Fiscal de menores de Gipuzkoa, con la abogada Beatriz Rodríguez y con la psicóloga María Eugenia Marful:
El acoso escolar sigue siendo un problema grave que afecta a la vida de muchos menores y los expertos advierten que las víctimas a menudo se enfrentan a la situación en completa soledad. Mercedes Bautista, fiscal de menores de Gipuzkoa, ha explicado que el bullying se define por un desequilibrio de poder intencional y reiterado en el tiempo, por lo que un conflicto entre iguales no puede considerarse acoso.
Además señalo que pese a los protocolos existentes, muchos casos terminan en cambios de centro escolar porque las instituciones no logran ofrecer ofrecer una respuesta efectiva. "Lo importante es que cese el acoso, y para eso es fundamental actuar y documentar cada caso", ha afirmado. Asimismo, ha hecho hincapié en la expansión del acoso a través de redes sociales y plataformas digitales, que plantea nuevos retos legales y de protección.
Desde el ámbito de psicología, se ha destacado la función de los testigos y su impacto en la dinámica del acoso. Según ha explicado, existen diferentes tipos de espectadores: amigos del agresor, reforzadores, neutros y defensores, pero todos suelen actuar bajo un mecanismo de defensa basado en el miedo a convertirse en víctimas.
Las medidas judiciales aplicables a los acosadores mayores de 14 años suelen incluir la libertad vigilada, mientras que los menores que provienen de entornos familiares problemáticos pueden enfrentarse a sanciones más severas. Sin embargo, los expertos coinciden en que la prevención y la educación son clave, así como la implicación activa de padres, docentes y alumnos.
Para Bautista, la situación actual no permite un mensaje optimista: “Las víctimas quedan sin ayuda institucional y judicial, y los testigos silenciosos refuerzan su soledad. Es un problema muy grave que requiere esfuerzos conjuntos”.
El consenso de los expertos es claro: abrir espacios de diálogo, involucrar a testigos y documentar cada incidente son pasos esenciales para reducir el impacto del acoso escolar y proteger a los menores.




