Revive la gala de los premios Radio San Sebastián a la Excelencia 2025

San Sebastián

Radio San Sebastián celebró una edición especial de los Premios a la Excelencia coincidiendo con su centenario, una noche en la que se reconoció a figuras y entidades que representan el esfuerzo, la creatividad y el compromiso de Gipuzkoa. El director de la emisora, Óscar Téllez, subrayó que estos galardones forman parte de “una conmemoración única, cien años contando la vida de Gipuzkoa”, y recordó que la excelencia que se premia “no es un destello fugaz, sino una luz sostenida con esfuerzo y pasión”.

Las presentadoras, Eva Monente y Aloña Velasco, evocaron ese siglo de radio que acompaña a la ciudadanía, “una voz tejida a través de las ondas y del tiempo”, en homenaje a los profesionales que han construido un espacio de compañía y servicio público durante generaciones.

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En el ámbito deportivo, Mikel Oyarzabal recibió el reconocimiento a su trayectoria como capitán de la Real Sociedad. Agradeció el galardón con emoción, admitiendo que le hace “enorme ilusión”, aunque también le recuerda que “poquito a poco” se va haciendo mayor. Subrayó el apoyo de su familia, de su equipo y de quienes le han acompañado “en los buenos momentos y en los difíciles”.

El premio al impacto social recayó en DYA Gipuzkoa, una entidad sostenida por más de medio siglo de compromiso y una red de cientos de voluntarios. Su presidenta, Irene Tapia, afirmó que el reconocimiento pertenece a “todas las personas que desde 1973 han mantenido vivo el corazón amarillo”, mientras que la vicepresidenta, Olivia Caballero, agradeció el apoyo de instituciones y ciudadanía, sin el cual “el proyecto no podría sostenerse”.

En investigación, destacó la trayectoria de Maite Garaigordobil, referente internacional en el estudio del bullying y el ciberbullying. La psicóloga interpretó el premio como un gesto que refuerza el valor social de la ciencia, recordando que la investigación “no es un esfuerzo individual, sino un proyecto colectivo”. Subrayó la importancia de trabajar por la infancia y la adolescencia desde la evidencia y el compromiso ético.

El reconocimiento empresarial fue para Multiverse Computing, líder en computación cuántica desde Donostia. Su CEO, Enrique Lizaso, celebró un premio “en casa”, agradeciendo el soporte de un entorno que les ayudó “a ser alguien”. El alcalde, Jon Insausti, amplió esa idea señalando que gracias a compañías como esta “la cuántica, la inteligencia artificial y los ordenadores cuánticos han entrado en nuestro día a día”.

También fue distinguida la Fundación Elhuyar por su labor en la intersección entre euskera, ciencia y tecnología. Su presidente, Txema Pitarke, recordó que la lengua necesita “hablantes activos, apoyo social y presencia tecnológica”, y destacó herramientas que garantizan su futuro digital.

El sector cultural tuvo su momento con el reconocimiento a Tabakalera en su décimo aniversario como Centro Internacional de Cultura Contemporánea. Su directora, Edurne Ormazabal, aseguró que el premio tiene “muchos dueños”, todas las personas y entidades que han construido el proyecto. La diputada general, Eider Mendoza, afirmó que “necesitamos faros”, y que Tabakalera ya es un referente que ilumina el camino de la creación.

La gala se cerró con la emoción de Elena Arzak, que recogió el premio a la excelencia gastronómica en nombre de un restaurante que es símbolo internacional de la cocina vasca. Confesó que la SER ha formado parte de su vida desde la infancia y que por eso este reconocimiento es especialmente significativo.

Mikel Erentxun recibió el Premio a la Excelencia Musical en reconocimiento a una trayectoria de más de cuarenta años que abarca su etapa con Duncan Dhu y su consolidada carrera en solitario. Visiblemente emocionado por recibir el galardón “en casa”, destacó que este premio representa “la gota que refleja toda mi trayectoria” y agradeció poder seguir conectando con nuevas generaciones que descubren y cantan sus canciones.

El Premio Iñaki Gabilondo de Humanidades y Comunicación fue para Juanjo Álvarez, jurista y divulgador, por su labor en la construcción de espacios de diálogo y pensamiento crítico. Álvarez destacó que recibir un galardón con el nombre de Iñaki Gabilondo tiene para él “un significado especial”. Defendió la importancia de la palabra honesta, la calma y la reflexión en tiempos de polarización, recordando que “la democracia es vivir en desacuerdo sin convertirnos en tribus”.

El Premio Laboral Kutxa recayó en AlgaraClown, un proyecto que utiliza el humor, el juego y la intervención artística para acompañar emocionalmente a pacientes, familias y personal sanitario. Sus responsables recogieron el galardón subrayando que “reír también cura” y reivindicaron la importancia de llevar alivio y humanidad a los hospitales y centros sociosanitarios. El reconocimiento pone en valor una década de trabajo en la que han demostrado que la risa es, también, una herramienta de cuidado.

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