La Behobia-San Sebastián genera un impacto económico en Gipuzkoa de 50 millones de euros

San Sebastián

"Es un evento que trasciende lo deportivo. Es una de las fiestas gordas en el calendario donostiarra" sentencia Fernando Ibarreta, director ejecutivo de la Behobia.

Y así lo confirman los sectores del alojamiento y de la restauración. "Es mítico -recalca Raúl Fernández, presidente de Hoteles de Gipuzkoa-. El sábado previo a la carrera llenamos y lo bueno es que se ha ido extendiendo al entorno". Son cada vez más habituales las reservas del alojamiento de un año para otro y especialmente desde mayo: "En el momento en que salen a la venta los dorsales, las reservas se disparan" subraya Fernández.

El sector sigue trabajando por alargar la estancia durante al menos dos o tres noches. "Intentamos llenar un día por delante y otro por detrás de la carrera premiando los precios de las habitaciones" explica. Y parece que se está consiguiendo: "anticipación, que la estancia sea más larga y que se extienda a todo el territorio".

Lo mismo ocurre en las casas rurales y agroturismos del territorio donde la ocupación se acerca al lleno. "Es uno de los eventos más importantes de atracción de público -subraya Idoia Ezkurdia, de Nekatur-. En las comarcas de Bidasoa y Oarsoaldea alcanzamos el 93% y en Donostialdea el 90%. Urola se queda en un 80% y algo parecido pasa en la zona del Alto Deba. Se nota que este evento deportivo mueve mucha afluencia de público".

No son de extrañar las cifras en los alojamientos si tenemos en cuenta que dos tercios de las y los 28.000 participantes "son de fuera". "Vienen a pasar el fin de semana y lo hacen además acompañados de sus familiares" explica Fernando Ibarreta. Y esto, sumado a los corredores de casa hace que encontrar mesa para comer en un restaurante sea una tarea prácticamente imposible salvo que se haya reservado con mucha antelación.

"Como todos los años. Lleno el domingo y la tendencia es que también hay muchas más reservas el viernes y el sábado previos a la carrera" explica Jon Torre Burutzalde, responsable de comunicación de la sidrería Petritegi. "La gente sabe que este día suele ser complicado encontrar sitio y por eso reserva con mucha antelación para este día" subraya.

El carácter extraordinario de este prueba deportiva supone un impacto en el territorio que ronda los 50 millones de euros durante el fin de semana de la carrera. "No es sólo lo que se deja la gente en alojamiento, restauración y compras. Es también el ingreso inducido. Hay poco eventos de estas características. Se llena todo y no sólo San Sebastián sino el resto del territorio" apunta el director ejecutivo de la Behobia. "Nosotros solemos contratar con una agencia de viajes paquetes de dorsal, alojamiento y restauración. Solemos hacer unos 1.000 y se agotan".

Y ¿cuál es el éxito de la carrera? "Que los corredores se sienten héroes por un día. Me lo han dicho -asegura Ibarreta-. La gente no para de aplaudir desde que salen en Behobia y hasta que llegan a meta en San Sebastián. Hemos llegado a contabilizar 70.000 personas de público. La gente alucina".