"Lo más normal es que si Talgo tiene que crecer, como tiene que hacerlo, lo hará en Rivabellosa"

Vitoria-Gasteiz

Vital Fundazioa heredera de la Caja de de Ahorros Municipal cumple este 2025, 175 años. La historia comenzó el 19 de noviembre de 1850 con un único depósito de 1.000 reales, unas 250 pesetas o 1,5 euros actuales. Y desde entonces, la entidad ha acompañado la evolución de la ciudad y el territorio, hasta convertirse en un motor de iniciativas sociales, culturales, deportivas y comunitarias en todo Álava.

El objetivo era ofrecer un lugar seguro donde las personas humildes pudieran guardar sus ahorros, en una iniciativa que partió del entonces alcalde, Luis de Ajuria, y que fue modelo para otras que llegarían después a Pamplona, San Sebastián o Bilbao. Jon Urresti, actual presidente de Vital Fundazioa ha destacado esto como un hito "importante y es que en Euskadi sólo tres empresas tienen esta longevidad: LEA (con 203 años, también alavesa), Orbea, y nosotros" situándose entre las más antiguas. De hecho, a nivel estatal, solo el 0,03% de las empresas fundadas antes de 1900 siguen activas.

Talgo y su vuelta a Álava

El presidente de Vital Fundazioa ha subrayado el papel estratégico que jugará la operación Talgo en el futuro económico de Álava, así como la capacidad inversora que la entidad tendrá en los próximos meses para apoyar nuevos proyectos en sectores clave como la automoción, el ferroviario y el primer sector.

Respecto a Talgo, ha insistido en que la operación avanza: “Esto está como las arras que te entregan cuando vas a comprar una vivienda… ya está el tema en marcha”. Además ha destacado que Vital Fundazioa entró en la operación con una condición clara: “El objetivo… es que tanto la sede social como fiscal vuelva a Álava, lo que va a garantizar esos 750 empleos que tenemos hoy en día en Talgo”.

El crecimiento futuro de la compañía también se prevé en Álava: “Si la empresa tiene que crecer, que crecerá lo hará en Rivabellosa”. Y ha recalcado la urgencia par que la nueva dirección, con José Antonio Jaenaga a la cabeza, tome el control: “Lo importante es que esa empresa necesita una dirección clara, y cuanto antes coja este nuevo equipo las riendas de la empresa, antes vamos a poder trabajar para que estas cosas no pasen”.

Junto a Talgo, Vital Fundazioa prepara una nueva etapa de inversiones industriales. Tras ejecutar ya 50 millones, Urresti ha confirmado que Vital Fundazioa vuelve a disponer de recursos: “Como el banco ha ido bien y nos ha dado una buena rentabilidad, tenemos ahora otra vez más millones para poder invertir, unos 40 millones, que llegarán a los 70 en el primer trimestre de 2026. Estamos en un momento económico potente".

Esos fondos se destinarán a sectores estratégicos. El propio Urresti ha enumerado las áreas en estudio, que pasan por “la inversión en más proyectos de automoción, sin olvidarnos del ámbito ferroviario, del que ya empezamos a tener un tejido importante en Álava, que tenemos que potenciar”. En cuanto a las inversiones en el primer sector, ha confirmado que cuentan con un proyecto en desarrollo que “va poco a poco, un poco más lento de lo que esperábamos, pero que esperemos pronto vea la luz".

Vital Fundazioa analiza actualmente nuevas oportunidades: “Tenemos en este momento varios proyectos encima de la mesa en los que estamos trabajando siempre con el objetivo de potenciar el crecimiento de Álava", ha indicado Urresti.

Legado Social Innegociable

El presidente de Vital Fundazioa también ha resaltado que el mayor legado de aquella caja de ahorros en la actual Fundación Vital es la "mirada social". Anteriormente, la caja obtenía una rentabilidad de sus créditos y depósitos, y una parte "muy muy importante," el 30%, se destinaba a ayudar a aquellas personas con menos suerte en el territorio, incluyendo vivienda, empresas y asociaciones. Esta misión de ayuda y de ser el "bastón" de las asociaciones que están a pie de obra con quienes lo necesitan, es lo que define a la Fundación Vital hoy.

Vital Fundazioa gestionó el año pasado más de 800 programas que alcanzan todos los rincones del territorio en ámbitos asistenciales, culturales, educativos, deportivos y de investigación. Urresti ha confesado que los programas a los que tiene más cariño "son aquellos de carácter asistencial, ya que implican un contacto piel con piel con personas en situaciones vulnerables".