“Cada vez llegan más delitos de menores en Álava y los recursos no crecen al mismo ritmo”

Vitoria-Gasteiz

El acoso escolar, la adicción a las pantallas y redes sociales, las bandas juveniles, las soluciones al 'bullying' o el suicidio en la adolescencia han sido algunos de los temas sobre los que se esta poniendo el foco desde esta mañana en el II congreso de menores de sapiens formación y eventos en la UNED junto a la Asociación Internacional de Policía (IPA). Jornada que ha arrancado con un mensaje claro: "la delincuencia juvenil está creciendo y los recursos para afrontarla en Vitoria ya no dan abasto".

Rubén Ramos, miembro de Sapiens y uno de los organizadores de estas jornadas, celebraba el arranque del encuentro pero advertía de que “cada vez hay más trabajo con menores, y los grupos especializados de la policía local llevan años sin aumentar los medios”. Según ha destacado, el grupo de menores sigue formado por solo nueve agentes pese al aumento de casos: “Se hace lo que se puede con lo que tenemos, pero el volumen es enorme”.

Delitos en aumento: violencia, ciberdelitos y acoso

El diagnóstico fue reforzado por Manuel Pedreira, fiscal delegado de menores de la audiencia de Vitoria, que confirmó una tendencia “claramente al alza” en los delitos cometidos por menores, y es que “este año ya hemos superado significativamente los números del ejercicio anterior, que estaban cerca de los 500 delitos, y aún no hemos cerrado noviembre”, ha indicado Pedreira.

Entre los delitos que más crecen, un año más, ha destacado los delitos contra la libertad sexual, la violencia intrafamiliar y de género, y los delitos violentos en general. También se dispara la actividad delictiva relacionada con la tecnología, desde ciberbullying hasta hackeo y revelación de secretos, con menores “cada vez más especializados y con mayor control de los medios tecnológicos”.

Pedreira también ha reconocido que "si bien no podemos decir que existan bandas juveniles como tal, sí que existen grupos de jóvenes organizados que comparten tiempo de ocio y en ese tiempo pueden cometer delitos. Desde el punto de vista jurídico no podemos hablar de grupos criminales organizados toda vez que no tenemos marco jurídico para el que poder poner esa etiqueta".

Servicios saturados y centros de acogida sin plazas

Aunque la llegada de menores no acompañados ha tenido picos puntuales, Pedreira ha afirmado que “se está dando respuesta”, aunque recordó que los centros de primera acogida han llegado a superar sus plazas. Sin embargo, el mayor problema no está solo en protección, sino en la jurisdicción de menores y los espacios disponibles en la fiscalía.

“No contamos con las instalaciones suficientes para garantizar los derechos de los menores. Necesitamos salas adecuadas, separadas para víctimas y para investigados. Estamos completamente saturados”, ha indicado Pedreira, alineándose con las advertencias previas de la fiscal jefa Carmen Cotelo.

La falta de instalaciones implica que menores denunciantes, víctimas o acusados compartan espacios con adultos, algo que la ley trata de evitar. “Necesitamos más recursos si queremos dar una respuesta digna y ajustada a la normativa”, ha destacado el fiscal de menores de la audiencia de Vitoria.

Un congreso para abordar la raíz del problema

Las jornadas de hoy, de carácter más jurídico y policial, abordaron el sistema penal juvenil, la intervención temprana y la cooperación entre policía, fiscalía y servicios sociales. mientras que mañana, en la parte más social, se tratará el impacto de redes sociales e influencers en la conducta juvenil, con la participación de creadores de contenido como Iñaki Ibaibarraga, que ha recordado que "las redes sociales son revolucionarias, pero también peligrosas. Lo perfecto que se muestra no es real y puede hacer mucho daño”.

Mientras tanto, los especialistas coinciden que la delincuencia juvenil se incrementa, los recursos se quedan pequeños y Vitoria necesita reforzar su capacidad si quiere responder al desafío.