"La clave está en la prevención": Maite Garaigordobil, premiada por su excelencia investigadora

San Sebastián

Maite Garaigordobil, una de las investigadoras más destacadas del país y referente internacional en desarrollo socioemocional, convivencia escolar y prevención del bullying y el ciberbullying, ha sido reconocida este año con el Premio Radio San Sebastián a la Excelencia en la categoría de Investigación. Autora de 34 libros, más de 200 artículos científicos y creadora de programas pioneros aplicados en centros de todo el mundo, Garay recibió la noticia “muy feliz, muy emocionada y profundamente agradecida”.

La psicóloga explica que su vocación nació muy temprano: desde niña observaba la conducta humana y en la adolescencia lecturas como La interpretación de los sueños de Freud reforzaron su camino. Sin embargo, no fue hasta su etapa doctoral cuando comprendió la importancia de girar hacia la prevención. “Estaba mirando el ‘output’ del problema, cuando ya era grave”, relata. Ese fue el punto de partida de su primer programa de intervención basado en el juego cooperativo para fomentar el desarrollo socioemocional en la infancia.

Durante casi dos décadas, Garaigordobil sistematizó programas de juego cooperativo para edades de 6 a 12 años, educación infantil y adolescencia, obteniendo resultados muy positivos en autoestima, empatía, creatividad, conducta social y disminución del rechazo entre iguales. Más tarde, su trabajo se amplió a la prevención del bullying y el ciberbullying con el programa CyberProgram 2.0, que demostró reducir de manera significativa las conductas agresivas y mejorar la empatía y la autoestima tanto en víctimas como en agresores. También desarrolló, con su equipo, un programa de prevención de la depresión infantil para niños de 8 a 10 años, que logró disminuir indicadores depresivos y mejorar variables emocionales clave.

Garaigordobil advierte de que la depresión infantil es una realidad mucho más cercana de lo que se piensa: “Muchas veces detrás de la apatía, el aislamiento o incluso la irritabilidad hay una depresión”. Y subraya que la clave está en fortalecer la autoestima, el apego y las habilidades de identificación y regulación emocional desde edades tempranas.

Sobre el acoso escolar, la investigadora desmonta los mitos que aún persisten: “No son cosas de niños ni bromas sin importancia. El acoso destroza vidas”. Recuerda que sus efectos pueden derivar en problemas académicos, emocionales, psicosomáticos e incluso conductas suicidas. Además, insiste en que no solo las víctimas sufren; los agresores también pagan un alto peaje emocional y social que puede prolongarse en la vida adulta.

Garaigordobil denuncia, además, el papel de las plataformas digitales en la proliferación del ciberbullying y el impacto nocivo de un acceso temprano y sin control al teléfono móvil. “Las plataformas priorizan el negocio frente a la protección. Saben el daño que hacen y no actúan”. Considera urgente una regulación más estricta, el uso de inteligencia artificial para moderar contenidos y una alfabetización digital sólida por parte de familias y escuelas. Sobre los jóvenes, advierte: “Ser consumidores pasivos de contenidos está vinculado al desarrollo de problemas de salud mental. A los hijos de los CEOs de las grandes tecnológicas no se les da un móvil”.

La investigadora defiende una prevención multidireccional: familia, escuela, sociedad y, cuando es necesario, intervención terapéutica. Prohibir los móviles en los centros educativos, implantar programas de educación emocional y antibullying, movilizar a los observadores y educar en moral y empatía son, para ella, acciones urgentes y fundamentales.

En la víspera de recibir el premio, Garaigordobil afirma que se acordará de “la familia, la pareja y todas las personas” con las que ha recorrido este camino, así como de los estudiantes, docentes y organismos que han apoyado su carrera. “La investigación es un ejercicio colectivo. Este premio también es de ellos”.

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