Mikel Santiago presenta 'La chica del lago' y revela los libros que le inspiran: “Me encantan las escritoras que te dejan pensando”

Mikel Santiago ha presentado en Radio Bilbao su nueva novela, La chica del lago, un thriller de cerca de 700 páginas que vuelve a situar al lector en el norte, pero esta vez lejos del mar y cerca de un gran pantano. El autor portugalujo ha aprovechado su paso por Hoy por Hoy Bilbao–Bizkaia para compartir las referencias literarias que han acompañado su escritura y para explicar la evolución de su obra, que llega al mercado con una primera edición de más de cien mil ejemplares.

Santiago ha reconocido que sigue sorprendiéndose con la fidelidad del público: “Lo bonito es que cada vez que sale una novela haya gente esperando”, ha dicho, subrayando que el volumen inicial de ejemplares demuestra que las expectativas alrededor de su trabajo siguen creciendo.

En el espacio también ha participado Borja Puyol, director técnico de la BOS, con quien el escritor ha conversado sobre música, creación y la relación entre las bandas sonoras y la literatura, un elemento que Santiago integra habitualmente en sus rutinas de escritura.

Un nuevo escenario para un personaje muy personal

En esta ocasión, Santiago abandona los escenarios costeros de novelas anteriores, como las ambientadas en Urdaibai o Uribe Kosta, para situarse cerca de un pantano que él mismo vincula con recuerdos de infancia y estancias recientes en localidades próximas a Zuaza. Según explica, los lagos y embalses “tienen algo muy potente para la ficción”, y esa atmósfera es la que ha querido trasladar a la historia.

La novela arranca en Bilbao, durante una firma de libros, cuando un antiguo compañero entrega a la protagonista, Quintana Torres, un sobre negro con una fotografía del diario de Alba, una adolescente fallecida en la Noche de San Juan de 1999. La estructura entre pasado y presente, muy reconocible en la obra de Santiago, se entrelaza aquí con un personaje que, en sus palabras, “tiene mucho de mi experiencia en el sector editorial”. Sobre Quintana, añade: “Es uno de mis personajes más complejos y divertidos. Llevo diez años publicando y ella tiene mucho de lo que yo he vivido”.

Los libros que recomienda Mikel Santiago

Durante la conversación, Santiago ha compartido varias recomendaciones literarias que han estado muy presentes en su proceso creativo o que forman parte de sus lecturas actuales.

La dama del lago, de Raymond Chandler

Santiago reivindica este clásico del noir: “Es una novela súper antigua, pero súper actual. Muy fácil de leer”. La conexión temática con La chica del lago fue uno de los guiños que quiso subrayar.

Basado en hechos reales, de Delphine de Vigan

Es la lectura que tiene ahora entre manos, recomendada por un lector: “Tiene que ver mucho con lo que trato en la novela: el vértigo ante el éxito y el síndrome del impostor. Ojalá lo hubiera tenido durante la documentación de este libro”.

Amarilla, de Rebecca F. Kuang

Sobre esta novela, centrada en la identidad de una escritora cuya obra no es realmente suya, Santiago afirma que es “divertidísima y encaja muy bien con el mundo de Quintana Torres”.

El escritor ha subrayado además el valor de la conversación con lectores: “Tienen razón muchas veces… Me escriben jardineros diciéndome que tal flor no florece en esa época o lectores que corrigen detalles de coches. Me encanta”.

Música, escritura y disciplina personal

El escritor también ha hablado de cómo combina la vida familiar con la promoción literaria: “Si te dejas llevar por la 'promo', puedes dedicarte solo a promocionarte. Hay que poner límites, sobre todo siendo aita de tres niñas”.

La charla con Borja Puyol ha derivado hacia la música, los locales donde tocar en Bilbao y las conexiones entre procesos creativos. Santiago reconoció que escucha sobre todo bandas sonoras y grupos como Radiohead mientras escribe.

El lanzamiento de un nuevo éxito

La chica del lago, publicada el 11 de noviembre, consolida un fenómeno literario que suma lectores en todo el país. Con escenarios que van desde Bilbao al sur de Álava, pasando por un pueblo ficticio llamado Urkizu, la novela combina misterio, personajes complejos y un ritmo que Santiago considera “muy emocional”.