Susana Franco: “Euskadi necesita un nuevo equilibrio internacional para sostener su competitividad”
La responsable del Informe de Competitividad de Orkestra alerta de la mutación de la globalización y señala tres retos clave: atraer talento, captación de inversión arraigada y diversificar mercados

Susana Franco: “Euskadi necesita un nuevo equilibrio internacional para sostener su competitividad”
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La economista Susana Franco, directora de Investigación de Orkestra–Instituto Vasco de Competitividad y una de las responsables del Informe de Competitividad del País Vasco 2025, ha analizado en Hora 14 Euskadi cómo debe adaptarse el país a un escenario global completamente transformado. Según explica, la globalización “no está desapareciendo, sino mutando”, y ese cambio exige a Euskadi revisar su estrategia exterior en materia de industria, talento y relaciones económicas.
Franco subraya que el comercio mundial ya no se sostiene únicamente sobre bienes industriales, sino que los servicios y los flujos de personas tienen un peso creciente. A ello se suma un contexto geopolítico marcado por la seguridad económica, la autonomía estratégica y la pugna entre grandes bloques, en el que el País Vasco debe “aprender a moverse con nuevas reglas”.


Atraer inversión, pero no cualquier inversión
Preguntada por el papel de la inversión extranjera, Franco defiende que Euskadi necesita captarla “pero no de forma indiscriminada”. Explica que el territorio debe apostar por capital que responda a las necesidades reales de su industria, que esté dispuesto a arraigar y que aporte conocimiento y capacidades. Insiste en evitar inversiones de carácter especulativo y en favorecer aquellas que fortalezcan de manera estable el tejido productivo.
Esta visión coincide con las conclusiones del informe, que señala que el stock de inversión extranjera en Euskadi es sólido y está orientado hacia sectores estratégicos, aunque su calidad y arraigo son determinantes para el futuro industrial.
El gran desafío del talento internacional
La investigadora advierte que la atracción y retención de talento es hoy uno de los principales retos. Aunque la Formación Profesional vasca registra una presencia significativa de alumnado internacional, las universidades atraen menos estudiantes extranjeros que otros territorios europeos, lo que puede limitar la capacidad innovadora y la disponibilidad de perfiles avanzados.
Franco pone el foco en fortalecer los vínculos entre la universidad y la empresa, de modo que quienes vienen a estudiar al País Vasco puedan encontrar oportunidades laborales alineadas con su formación. Reclama, además, competir mejor en un contexto demográfico adverso en el que todas las regiones “pelean por los mismos perfiles cualificados”.
Preocupación por la competencia asiática y necesidad de diversificación
Sobre la situación de las empresas vascas en los mercados globales, Franco destaca que muchas firmas —especialmente las consideradas campeonas ocultas, líderes en nichos muy especializados— están detectando una presión creciente de la competencia asiática. Ese desafío, afirma, les obliga a reforzar su estrategia de internacionalización y a explorar mercados más allá de Europa, que sigue siendo el destino principal de las exportaciones vascas.
El informe recuerda que la industria del País Vasco mantiene una elevada concentración de ventas en determinados países y que diversificar mercados es una condición clave para reducir riesgos y sostener la competitividad en un mundo más volátil.
Campeonas ocultas: señales desde la vanguardia industrial
Franco menciona el papel del Observatorio de Campeonas Ocultas de Orkestra, donde se analizan las experiencias de empresas que lideran sectores muy concretos a escala global. Estas compañías identifican retos como la competencia en Asia y la necesidad de reforzar sus capacidades de innovación e internacionalización. Sus aprendizajes, explica, pueden servir de guía a otras firmas del territorio.
Una Euskadi conectada, pero adaptada
Como conclusión, la responsable del informe señala que Euskadi debe reforzar su apertura al mundo, pero desde “un nuevo equilibrio”:atraer talento, captar inversión con arraigo, diversificar mercados, intensificar la conexión entre universidad e industria y prepararse para un escenario internacional más incierto y competitivo.
“El contexto global está cambiando muy rápido y hay que adaptarse con inteligencia y ambición”, resume Franco, convencida de que la competitividad futura de Euskadi depende de cómo responda hoy a esta transformación.




