"En el solar de LEA en Arriaga no irán viviendas. Lo lógico sería algo comercial"

Vitoria-Gasteiz

LEA despide uno de los años más complicados de sus 202 de historia. La empresa más longeva de Euskadi empieza a ver la luz tras el incendio que el 20 de junio redujo a cenizas su planta de Vitoria. Ahora sus planes pasan por inaugurar su nueva fábrica en 2027 y ampliar el negocio entrando en el mercado de fabricación de velas. El CEO de la firma, Félix Lascaray, ha desvelado en 'La ventana Euskadi' que en el solar que ubicaba la planta siniestrada no irán viviendas. "Lo lógico sería algo relacionado con el ámbito comercial", apunta.

LEA afronta su etapa post-incendio como todo un renacimiento. Su objetivo es inaugurar la nueva planta en el polígono industrial de Júndiz el 20 de junio del 2027, cuando se cumplan dos años del siniestro. Lascaray quiere una fábrica "mejor, más grande, más sostenible y automatizada" y aprovechar su mayor superficie para ampliar el negocio, entrando en el mercado de velas. "Todavía no es seguro, pero sí que sería algo bonito entrar en ese mercado. Tenemos experiencia en ambientación y podría ser algo bonito, porque Lascaray empezó hace 202 años precisamente fabricando velas. Curiosamente de las pocas cosas que se han salvado de la planta es la máquina de fabricación de velas de 1860, que estaba en la entrada".

La nueva planta se levantará en tres parcelas cedidas por el Ayuntamiento de Vitoria en Júndiz, valoradas en 5 millones de euros. Además, el Consistorio les abonará 4,7 millones de euros a cambio de hacerse con el 47% de la propiedad de la parcela de Arriaga donde se ubicaba la planta siniestrada. Lascaray adelanta que en esa parcela no se levantarán viviendas. "No, eso es zona industrial-comercial", explica el CEO. "En principio, lo lógico sería algo relacionado con el ámbito comercial", asegura, aunque antes hay que cerrar la permita con el Ayuntamiento y luego buscar un comprador.

Decenas de millones perdidos

El CEO se resiste a dar una cifra exacta de las consecuencias económicas del incendio, aunque reconoce que ascienden a "varias decenas de millones de euros perdidos". Para hacer frente a ellas, "lo primero que hicimos, tras buscar otro sitio para trabajar, fue empezar a hablar y a negociar con el seguro, que aún seguimos. Todavía hay que cerrar el parte pericial, ver los capitales que están cubiertos y cerrar el parte final".

Cinco meses después, están trabajando el 80 por ciento de la plantilla, en torno a 100 personas de las 122 que eran en el momento del siniestro. Han echado a andar la división cosmética, "que era la división que veíamos que era más rápido de arrancar". Sin embargo, la división oleoquímica tardará bastante más, ya que "es una planta muy complicada de montar y lleva mucho más tiempo".

Lascaray agradece todo el apoyo recibido, sobre todo, la reacción de los consumidores. "Ha sido maravilloso dentro del drama que vivimos. Hemos notado un apoyo muy importante a la marca, no sólo en Álava o en Vitoria, sino en toda España, incluso en los países que estamos presentes, como en alguno de Latinoamérica. Supongo que por solidaridad o por ayudar, en los primeros meses notamos un incremento sustancial de los pedidos". De cara a la campaña de Navidad, asegura que están fabricando más que lo que es lo normal "porque tenemos que recuperar los dos meses y medio que no pudimos envasar ningún producto. De hecho, calculo que en diciembre estaremos al día con respecto a stocks".

Lascaray recuerda el incendio como "algo terrible, una impotencia terrible el no poder controlar ese fuego, ver que se iba extendiendo, hasta que los bomberos me dijeron que estaban todas las naves afectadas...En ese momento te derrumbas".