Mohamed, del desierto a San Mamés: la historia del voluntario que acompaña a personas con movilidad reducida en los partidos del Athletic
Llegó solo, sin idioma ni recursos, tras un viaje extremadamente duro. Hoy, gracias a la Fundación Athletic Club, Mohamed acompaña a personas mayores y con movilidad reducida en San Mamés, estudia formación profesional y construye una nueva vida en Bilbao.
Mohamed, del desierto a San Mamés: la historia del voluntario que acompaña a personas con movilidad reducida en los partidos del Athletic
La historia de Mohamed Olallal es la de un joven saharaui que llegó a Bilbao siendo todavía mayor de edad por meses, después de atravesar solo un camino que él mismo define como “muy duro”. “He venido del desierto, sin familia, sin idioma y estuve mucho tiempo en la calle”, ha relatado durante el programa especial de Hoy por Hoy Bilbao–Bizkaia dedicado al impacto social de la Fundación Athletic Club.
Mohamed llegó con 18 años tras pasar por Turquía y diferentes países de tránsito, sin redes de apoyo y sin hablar español. Para él, el Athletic era entonces apenas una referencia lejana: “Allí escuchamos el fútbol por la radio o lo vemos solo en la tele”, recordaba. Hoy, apenas tres años después, es una de las caras visibles del proyecto de voluntariado que la Fundación despliega en los días de partido para acompañar a personas mayores y con movilidad reducida en San Mamés.
El encuentro que cambió su vida: de una actividad juvenil a la familia rojiblanca
El vínculo de Mohamed con la Fundación surgió casi por azar. Participaba en actividades de una asociación cuando Bilbao acogió la final de la Champions League femenina. Allí conoció al equipo de la Fundación Athletic Club. Les contó su historia; ellos le ofrecieron apoyo. “Me han echado la mano, me han ayudado muchísimo”, resume.
Ese encuentro abrió una red de acompañamiento, formación y voluntariado que transformó su día a día. “Estoy en San Mamés y mi familia me dice: mira dónde estabas y dónde estás ahora”, explicaba durante la entrevista.
Qué hace Mohamed: acompañamiento, accesibilidad y comunidad en los días de partido
Mohamed forma parte del proyecto de acompañamiento a personas con movilidad reducida, uno de los programas sociales más reconocidos de la Fundación. En cada acceso de San Mamés hay voluntarios que ayudan a quienes tienen dificultades para moverse por un estadio grande y con desniveles.
“Acompaño a personas mayores, les enseño el estadio a quienes vienen por primera vez, y ellos también me ayudan a mí”, explica Mohamed. “Practico el castellano, el euskera, y la gente mayor me trata con cariño”. Su trabajo consiste en guiar, orientar, acompañar al baño, facilitar accesos o simplemente estar pendiente de las necesidades específicas de cada persona. Pero su labor tiene un impacto mayor: rompe prejuicios, genera vínculos y convierte el estadio en un espacio inclusivo.
El valor social para quien recibe la ayuda… y para quien la presta
El director de Estrategia de la Fundación, Galder Reguera, recordó durante el programa que el valor del proyecto es doble: beneficia a quienes necesitan apoyo, pero también a quienes lo ofrecen. Destacó lo que significa que una persona migrante, sin familia y que llegó en situación de vulnerabilidad, ocupe ahora un rol de apoyo comunitario: “Moha viene de un colectivo sobre el que hay mucho discurso de odio. Ponerle rostro ayuda muchísimo a luchar contra el estigma”.
El proyecto también incluye a personas con discapacidad intelectual como voluntarias. El mensaje es claro: no son colectivos dependientes, sino capaces de ayudar y aportar.
Una vida que se reconstruye: estudios, vivienda y futuro profesional
La transformación de Mohamed no se limita al estadio. Tras su llegada a la Fundación, accedió a un piso de acogida y comenzó una formación que hoy llena gran parte de sus días. “Estoy estudiando fontanería en Somorrostro. Este es mi segundo año de curso”, explica. Participa además en otras actividades de voluntariado, como en Lezama o en eventos de categorías base y del equipo Genuine.
Cuando viajó a su pueblo este verano, tras tres años sin regresar, su historia despertó admiración entre los jóvenes. “Toda la gente me preguntaba: ‘Moha, mira dónde estás, en San Mamés’. Para mucha gente es un sueño”, cuenta.
El papel de la Fundación Athletic Club: impacto social medible
La historia de Mohamed se integra en un marco más amplio: la medición del impacto social de la Fundación Athletic Club. Su informe de sostenibilidad señala que la entidad genera 21 millones de euros de impacto social, con un retorno estimado de 3,56 euros por cada euro recibido. La mayor parte de ese valor, el 74,5 %, procede de beneficios no comerciales, como los emocionales, educativos y comunitarios.
La Fundación prioriza el apoyo a menores en riesgo de exclusión, cultura, inclusión y proyectos de barrio. Y el voluntariado en San Mamés es uno de sus ejemplos más visibles.
San Mamés como lugar de encuentro, integración y futuro
Mohamed lo resume de forma sencilla: “La gente me trata con cariño. Ellos me ayudan también”. Ha encontrado en el estadio un espacio para pertenecer, un entorno seguro desde el que construir su futuro y un grupo humano que considera su nueva familia.
En un contexto donde la movilidad humana suele asociarse al conflicto o la precariedad, su historia ofrece otra mirada: la de la integración a través del apoyo mutuo y la comunidad.
Mohamed seguirá mañana, como cada partido, esperando junto a su puerta de acceso en San Mamés para acompañar a quienes lo necesitan. Y seguirá también, con paso firme, construyendo la vida que comenzó el día que se cruzó con la Fundación Athletic Club.