La magia solidaria vuelve a Vitoria con la XII campaña de recogida de juguetes: "Hacerles reír cuesta muy poco"

Vitoria-Gasteiz

La Navidad ya se siente en Vitoria-Gasteiz: las luces están encendidas, los villancicos suenan en la radio y la noria, recién estrenada, gira en la plaza de la Virgen Blanca. Pero, más allá del ambiente festivo, la ciudad activa también su lado más solidario con la puesta en marcha de la duodécima edición de la campaña de recogida de juguetes; 'Hacerles reir cuesta muy poco', impulsada por Cadena SER Vitoria, la Obra Social Berakah y Fundación Vital. El objetivo vuelve a ser el mismo que en años anteriores, llegar a 200 niños y niñas para que ninguno se quede sin su regalo esta Navidad.

Doce años de solidaridad que no dejan a nadie atrás

Esta campaña cumple 12 ediciones, y año tras año crece gracias a la colaboración entre las tres entidades organizadoras, Cadena SER Vitoria, la obra social Berakah y Fundación Vital, y la generosidad de la ciudadanía. “Lo importante es que ningún niño ni niña se quede sin su juguete y que todos puedan sonreír”, han destacado las voluntarias y organizadores.

La meta está clara: 200 niños y niñas. Y, como recuerda Arantxa Ibáñez de Opacua, “cada persona puede aportar su pequeño granito, porque cuando ves de cerca el efecto, entiendes que merece la pena”.

“Una campaña muy especial, dirigida a quienes más lo necesitan”

Desde la sede de Fundación Vital, Arantxa Ibáñez de Opacua ha destacado la implicación de la entidad en esta iniciativa que considera “muy especial, en la que no podíamos no estar". Además recuerda que "colaboramos con Berakah los 365 días del año en diferentes proyectos solidarios, apoyando a quienes atraviesan dificultades, pero este es especial" estamos colaborando un año más con Berakah”. En Navidad, “esta campaña tiene un valor añadido, porque se dirige a los más pequeños, niños y niñas que viven situaciones complicadas y que un regalo de Navidad puede ser algo muy grande para ellos”, ha indicado Ibañez de Opacua.

La directora de la Fundación Vital también ha destacado que “Berakah es una obra social con mayúsculas. Casi 300 voluntarios trabajan desde la voluntad, con profesionalidad y con el deseo de hacer el bien. Para nosotras es el corazón de nuestra labor social”.

En Betania, el corazón de la campaña

La recogida y organización de juguetes se coordina desde la sede de Betania, en la calle de las Escuelas. Allí, Marisa Emborujo, responsable del proyecto en Berakah, ha reconocido que en cuanto llega noviembre “ya estamos a tope”. A su lado, voluntarias como Marisa Garaigordobil, que lleva una década en el proyecto, ha destacado la satisfacción personal que les aporta la campaña: “Me da muchísimo más de lo que doy. Ver la ilusión de los críos, las familias… eso es lo que nos empuja a seguir”.

Judith Sánchez, otra de las voluntarias, es una de las encargadas de revisar y empaquetar los juguetes: “Hay que revisarlos bien, asegurar que estén en buen estado y empaquetarlos con mimo. Lo hago sobre todo pensando en los niños; sé que cuando reciban el regalo lo verán precioso y les sacaremos esa sonrisa que tanto nos llena y estamos buscando”.

Lo que más se necesita: balones, patinetes y juguetes en buen estado

Como cada año, Berakah recuerda que lo ideal es donar un juguete nuevo, y si es de segunda mano, que esté en perfecto estado. “Hay que pensar si se lo darías a tu propio hijo o hija”, ha destacado Marisa Emborujo. Entre los juguetes más demandados, dos grandes carencias: balones y patinetes. “Si alguien trae patinete, que venga con casco, rodilleras y coderas, el kit completo, y así nos ahorramos también ese gasto a las familia”.

También son bienvenidos juegos de mesa, pero recuerdan, “con todas sus piezas, además de material escolar, material deportivo y juguetes que no necesiten pilas". Las familias suelen vivir en pisos pequeños, por lo que tampoco podemos coger juguetes excesivamente grandes. Y, como siempre, se recuerda evitar “juguetes bélicos o con tintes machistas o sexistas”.

Más allá del juguete: ilusión, compañía y comunidad

La entrega final se realizará el sábado antes de Nochebuena, en el pórtico de la iglesia de San Miguel, donde niños y niñas podrán saludar al Olentzero, a Mari Domingi y los Reyes Magos. Un día que deja imágenes imborrables. “Es una gozada ver la cara de los peques… y la de los padres”, han destacado desde Berakah.

Jesica, que participa por primera vez, nos ha contado lo que significa para su hijo Ilan: “En nuestro país no tuvo regalos ni la ilusión de la Navidad, y aquí está encantado, de hecho, todo el día pregunta cuándo llega. Para él es muy especial”.

Carlos y Janina, recién llegados a la ciudad, agradecen el apoyo recibido: “Berakah nos ha acogido con amor, sin discriminar a nadie. Para nuestros hijos, el regalo es esperanza”.

Los pequeños, protagonistas absolutos, lo viven con intensidad. Benjamín, de cinco años, ha pedido “una pista donde los coches dan vueltas”. Ilan, de siete, quiere “un lanzador de cuerdas de Spider-Man”. Ambos esperan al Olentzero “con muchas ganas”.

Un año más, Vitoria demuestra que la Navidad se ilumina no solo con luces, sino con gestos. Y que, entre todos, es posible que la magia llegue a cada hogar.