SER Deportivos, desde Bilbao Degusta | El macizo de Itxina, desde dentro: dos espeleólogos bucean (literalmente) en el interior del Parque Natural de Gorbeia

Bilbao

El macizo de Itxina es uno de los rincones de la montaña de Bizkaia a los que rodea un halo de misterio. Situado en pleno corazón del Parque Natural de Gorbeia, esta laberíntica zona combina un terreno pedregoso y habituales nieblas que complican la orientación a la hora de moverse por ella. Pero todo eso, bien conocido por los montañeros del territorio, ocurre en la superficie.

Bajo tierra hay mucho más por descubrir; con ese propósito, los espeleólogos Oskar Etxebarria (ADES) y Carlos Arranz (Takomano) decidieron sumergirse en las entrañas de Itxina para mostrarnos su cara subterránea. Eso sí, lo tuvieron que hacer con el traje de neopreno, pues el acceso a las oquedades de la montaña solo puede hacerse bajo el agua.

Parte de Itxinapeko Sarea

Nos explica Carlos que "como cavidad, Aldabide es algo así como el desagüe de Itxina. Por ese extremo del macizo sale todo el agua que recoge la zona desde incluso las campas de Arraba. Es una parte pequeña de un sistema más grande que es Itxinapeko Sarea. Nosotros, desde hace dos años estamos colaborando en la exploración de la parte final de ese río subterráneo a la que solo se puede acceder buceando".

Precisamente de este último detalle, que complica sobremanera la exploración del interior de Itxina, surge la idea de realizar el cortometraje: "Surgió la idea de compartir la experiencia, lo que supone para nosotros acceder en primer lugar mediante el espeleobuceo y después la de explorar el interior, de seguir descubriendo cómo se desarrolla la cavidad".

¿Otra entrada?

La cavidad de Aldabide tiene, a día de hoy, unos 1800 metros de longitud. Los últimos 800 los han recorrido ellos. Oskar nos explica cuál ha sido, en concreto, su labor: "Equipos anteriores habían recorrido ya el río, el colector principal, y nosotros nos hemos centrado en buscar laterales -paleoniveles en espeleología- que nos ayuden a acceder a otras partes o conectar con otras cuevas o el exterior".

Es algo que llevan tiempo tratando de hallar; por ahora, sin fortuna: "Sería lo ideal. Hemos encontrado una lateral que parece que va hacia el exterior, pero de momento no la localizamos desde fuera. Lo ideal sería poder acceder a la cavidad por ahí para evitar el buceo, es algo que sería mucho más sencillo, nos simplificaría la labor".

Sin ello, también el rodaje ha sido enormemente complejo. Tan solo Oskar y Carlos, debido a sus conocimientos de buceo, podían entrar a la cavidad. Esto ha hecho que ellos mismos hayan tenido que ser los operadores de cámara de la cinta. Eso sí, la experiencia es más que positiva de la mano de Ion, tanto que ambas partes están ya pensando en lo que podría ser una continuación de este cortometraje que acaba de estrenarse en el Mendifilm Festival.