Ametsgoien: el sueño solidario de Aitor y Josu en Orduña que abrirá un hogar para mujeres migradas con sus hijos en 2026

En tiempos de noticias duras y grietas sociales cada vez más profundas, en Orduña está ocurriendo algo extraordinario. Un matrimonio —Aitor Arbaiza y Josu Beaskoetxea, padres de tres adolescentes— ha transformado una inquietud íntima en un proyecto colectivo: Ametsgoien, una casa adquirida con un préstamo familiar y bancario para convertirla en un hogar seguro para mujeres migradas con menores a su cargo.

La chispa que encendió este sueño llegó, según relata Josu, con un caso que aún le remueve: “No podía entender cómo una mujer con un bebé recién nacido podía estar en la calle en el Bilbao de 2023”. Aquella historia, llegada a través de la red solidaria CVX y el Centro Ignacio Ellacuría, les hizo preguntarse qué podían hacer ellos. La respuesta no tardó en llegar: “Si las instituciones no pueden dar una solución, ¿cómo es posible que una madre con hijos pequeños se quede en la calle? Eso no puede ocurrir. Así que decidimos endeudarnos de amor”, dice Aitor entre risas nerviosas y emoción contenida.

Una casa de 185.000 euros y tres hijos dispuestos a compartir sueños

La familia vive en Alonsotegi, pero la oportunidad estaba en Orduña: una casona antigua, de dos plantas y 12 habitaciones, a la venta por 185.000 euros. “Conseguimos el préstamo como pudimos y nos lanzamos”, resume Aitor.

No es la primera vez que la familia acoge. Durante la crisis de Ucrania dieron refugio en su propia vivienda a cuatro mujeres y a un traductor. “Pasamos de cinco a nueve en casa. Tuvimos que reorganizarlo todo, pero mis hijos lo vivieron con naturalidad”, cuenta orgulloso.

Esa experiencia confirmó que estaban preparados para algo más grande. Así nació Ametsgoien, hoy ya asociación registrada y motor de un proyecto que se ha convertido en fenómeno comunitario.

Voluntariado masivo: más de 40 personas lijando, pintando y barnizando

La casa estaba prácticamente en ruinas. Una parte de las obras —fontanería, electricidad, albañilería— la asumieron profesionales. Pero todo lo demás recae en manos voluntarias: lijar, barnizar, pintar, instalar puertas, rodapiés y preparar las habitaciones.

El primer gran llamamiento superó cualquier previsión. “Este fin de semana llegó a ser un caos… aparecieron 40 voluntarios. Algunos vinieron con tres o cuatro amigos. No podíamos creerlo”, recuerda Josu.

Han aparecido voluntarios desde Barcelona, Burgos, San Sebastián, Balmaseda, Güeñes, Bilbao, Alonsotegi… y por supuesto, de Orduña.La coordinación, confiesan, tiene su punto surrealista: “Esta semana José tuvo que ir a comprar rodillos para 20 personas porque no dábamos abasto”.

“A veces la solidaridad llega en goteo… pero llega”

Durante la conversación, Azul Tejerina recuerda un detalle simbólico: la solidaridad vizcaína suele despertar ante las grandes catástrofes, pero en Orduña está brotando “gota a gota”, sin estruendo mediático. Aitor asiente: “No buscamos publicidad, buscamos sentido. Y esto lo tiene”.

Y entonces llega la voz que lo confirma todo: Esperanza Acevedo, voluntaria del proyecto y antigua solicitante de asilo. Llegó en 2019 con su hijo de 13 años, pasó por 13 casas de acogida y hoy tiene empleo estable y su propio hogar.

“Yo sé exactamente lo que viven esas mujeres porque yo lo viví. Si puedo ayudar, ayudo. Todo lo que he recibido quiero devolverlo”.

Aitor recuerda un momento que le marcó: “Un día le enseñé una habitación grande, con baño, y me dijo: ‘Para una madre con hijos, tener un baño propio es la diferencia entre la seguridad y el miedo’. Ese día supe que todo esto tenía sentido”.

Objetivo: abrir en enero de 2026, aunque van “con retraso”

El calendario de voluntariado es tan ambicioso como emocional:

• 15–16 noviembre: limpieza y lijado de suelos
• 22–23 noviembre: barnizar, lijar y pintar
• 29–30 noviembre: pintura
• 6–7 diciembre: pintura, puertas y rodapiés
• 13–14 diciembre: amueblar
• 19–23 diciembre: amueblar

Aitor reconoce que “vamos con retraso, lamentablemente”, pero la meta sigue firme: abrir a principios de 2026.

Cómo ayudar a Ametsgoien

La asociación necesita materiales, muebles y apoyo económico. Ya han recibido más de 4.000 euros en microdonaciones, pero aún falta mucho para completar la casa.

👉 Bizum para donaciones: 12892

Las aportaciones se destinan a pintura, barniz, puertas interiores, herramientas y mobiliario. Todo se mueve con un principio claro: esto lo construye la comunidad.

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