Antonia, Mayte y Victoriana reviven la Navidad desde su residencia

Bilbao

Aunque sus retinas conservan muchos recuerdos de la Navidad, y algunos muy buenos, hoy miran estas fechas desde la óptica de quien ha vivido muchos años y cede el testigo a los que vienen por detrás.

Antonia, Mayte y Victoriana nos reciben con una sonrisa en la residencia Caser Betharram de Irun, curiosas por saber cuál es el motivo de la visita de la periodista. Las instalaciones lucen adornadas con guirnaldas, espumillones y dibujos típicos de esta época. Hay movimiento, ya que coincide con horario de visitas. A la puerta, Reyes, la trabajadora social que, amablemente nos explica las numerosas actividades que hay previstas estos días en la residencia.

Memoria

Antonia, de 85 años, es de Errenteria, aunque joven se mudó a Irun, donde ha vivido casi toda su vida. Son sus primeras Navidades en la residencia y, por tanto, se mantiene expectante ante los días venideros. "Llegué aquí en julio y cuesta un poco adaptarse", ha explicado en A vivir que son dos días Euskadi, aunque ya cuenta con un círculo de amigas con las que comparte ratos de manualidades y charlas. Recuerda bien cómo vivía estas fechas en familia. Este año, saldrá a cenar en Nochebuena y a comer el día de Navidad con su hijo.

Atenta, no pierde detalle de la conversación Victoriana. Tiene 89 años y es natural de un pueblecito de Salamanca, aunque llegó a Euskadi hace muchos años. "Uno de los recuerdos que tengo es cuando preparábamos las cosas para dar a los niños que tocaban el timbre y venían a cantar", rememora. Victoriana se encoge al hablar de su hija. "Las cosas no están muy bien", explica con cierta nostalgia.

En esta residencia, rodeada de amplios espacios verdes, viven 150 personas. Entre ellas, Mayte, de 99 años. "El día de Santa Cecilia cumpliré 100", ha remarcado en A vivir que son dos días Euskadi. "No me gusta la Navidad", ha añadido. Los recuerdos y los tiempos pasados, hacen que florezca un brillo en sus miradas que habla de lo vivido, de la memoria y de los seres queridos.

Cuando llevamos un rato charlando, un ruido al fondo altera la rutina de la residencia: es el coro Xarmanta, de Hondarribia, que ha venido a cantar. Se trata de un grupo de una veintena de mujeres que, además, de interpretar algunos temas propios de la zona, amenizará la tarde a las personas residentes animándolas a cantar villancicos.