El club de rugby Arratiako Zekorrak reparte 15 millones de euros del tercer premio de la Lotería de Navidad

Bilbao

Igorre se ha convertido este lunes en el municipio más feliz de Bizkaia. La única administración de lotería de la localidad ha repartido entre sus vecinos cerca de 15 millones de euros en premios del sorteo de Navidad. Allí se han vendido 30 series del número 90693, agraciado con el tercer premio y que supone 50.000 euros al décimo. Según han confirmado desde la propia administración de Lotería, los jugadores del equipo de rugby han sido los grandes agraciados con un total de 14 millones.

La gran mayoría ha sido repartida por el club de rugby de la localidad, Arratiako Zekorrak. Como cada año, el club reparte talonarios de participaciones entre sus jugadores para que estos los vendan a sus familiares y amigos. Esta mañana, su presidente, Unai Zuloaga, se ha enterado de la noticia cuando regresaba del ambulatorio y varios vecinos le han abordado en plena calle para darle la sorpresa.

Financiar a un club humilde

Emocionado, Zuloaga ha asegurado a Radio Bilbao que el premio está muy repartido entre las familias de los jugadores de un club pequeño, de pueblo, que actualmente está vinculado al Gernika Rugby Taldea. Su equipo senior compite en Liga Vasca y tienen también divisiones inferiores, desde la sub 23 hasta los más txikis, en edad escolar.

Son todos ellos los que han ido repartiendo los talonarios entre su entorno, vendiendo papeletas a cinco euros de las que uno se destina a financiar al propio club. Y es eso precisamente a lo que Zuloaga quiere que ocurra con este premio, "repartirlo entre la base y con los de casa" para que "los críos conozcan el rugby y sus valores".

El propio Zuloaga reconoce haber comprado únicamente un décimo, al igual que la mayoría de sus vecinos: "Será muy raro que alguien tenga más de cinco papeletas", ha confesado. Todavía no saben exactamente cuántos millones en total ha repartido Arratiako Zekorrak, pero desde luego ya han sido los responsables de dar una enorme alegría a muchos de los vecinos de Igorre.