Bilbao experimenta un nuevo tipo de gentrificación en Abando e Indautxu

Bilbao

La gentrificación en Bilbao ya no es un fenómeno limitado al Casco Viejo o a Bilbao La Vieja. Un estudio impulsado por el Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) revela que el proceso de transformación urbana y social se ha extendido en la última década a barrios del centro de la villa como Abando e Indautxu, tradicionalmente asociados a clases medias y altas, pero en los que ahora viven nuevas familias que sustituyen a las que tradicionalmente han ocupado estos barrios.

El investigador predoctoral en la UAB, Carlos Sanz Pérez, explica que Bilbao se inserta en una tendencia más amplia detectada en ciudades de tamaño medio de todo el Estado. “Ya no son solo Madrid y Barcelona las ciudades que concentran los valores más elevados de gentrificación; estamos viendo un salto muy claro hacia otras ciudades como Bilbao, Málaga o Palma de Mallorca”, señala en Radio Bilbao.

En el caso concreto de la capital vizcaína, el estudio identifica una concentración especialmente intensa en “los ejes comerciales y las zonas de oficinas del distrito de Abando, el sur de Indautxu y el Casco Viejo”. Según Sanz Pérez, “son estas áreas donde se registran los valores más altos del índice de gentrificación durante la última década”.

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Gentrificación en Abando

Lo llamativo del fenómeno, según el investigador, es que afecta a barrios que históricamente ya eran acomodados. “Esta es una zona que siempre ha sido más burguesa, vinculada a clases medias y altas, pero lo que vemos ahora es que la gentrificación ya no se produce solo en barrios de clase trabajadora”, explica en la SER. En este contexto, añade que “empieza a darse una sustitución dentro de las propias clases medias y altas, lo que en algunos casos denominamos supergentrificación”.

El estudio no mide directamente la renta de la población que llega a estos barrios, pero sí utiliza indicadores estrechamente relacionados con el nivel socioeconómico. “Trabajamos con variables como el nivel educativo y la categoría laboral, que están muy correlacionadas con la renta y los recursos económicos”, apunta Sanz Pérez. En ese sentido, destaca que “Abando e Indautxu son las zonas que más atraen a población con estudios universitarios y perfiles profesionales cualificados que llegan desde fuera del municipio”.

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Se trata, en la mayoría de los casos, de personas que se desplazan a Bilbao por motivos laborales. “Hablamos de directivos, gerentes o profesionales altamente cualificados que vienen a trabajar a la ciudad y que eligen estas zonas porque concentran oficinas, servicios, accesos comerciales y una imagen de centralidad muy consolidada”, afirma el investigador. Además, subraya que “son barrios donde el precio de la vivienda ya es muy elevado, lo que actúa como un filtro previo para este tipo de población”.

Dos modelos de gentrificación

Aunque el Casco Viejo sigue siendo uno de los espacios más asociados al concepto de gentrificación en el imaginario colectivo, Sanz Pérez matiza que las dinámicas no son idénticas. “En el Casco Viejo influye mucho el peso de la vivienda de uso turístico, ya que es la zona con mayor proporción de este tipo de alojamientos respecto al total de viviendas”, explica. Esta variable, reconoce, “no la podemos captar directamente en el índice, pero sabemos que tiene un impacto claro sobre el mercado residencial y sobre la población más vulnerable”.

Bilbao La Vieja, por su parte, presenta un proceso distinto, más vinculado a la llegada de estudiantes y a nuevas formas de convivencia. “En este barrio destacan los hogares compuestos por personas sin relación familiar entre sí, lo que suele estar asociado a pisos compartidos”, señala Sanz. Aunque en el índice estatal no aparece como una de las zonas con valores más altos, aclara que “si analizáramos solo Bilbao, Bilbao La Vieja mostraría niveles más elevados, y sabemos que está inmersa en este proceso”.

El investigador reconoce que, más allá de los datos, la transformación del barrio es visible en el día a día. “Basta con pasear por la zona y ver cómo cambian los comercios, las bajeras o los espacios culturales; aparece un tipo de actividad más vinculada al ámbito artístico y creativo”, apunta. A ello se suma, aunque no pueda medirse en el estudio, “la presión turística y la concentración de viviendas de uso turístico, que también tienen un efecto sobre la población migrante más vulnerable”.

Entre las principales diferencias entre la gentrificación del Casco Viejo y la que se da en Abando e Indautxu, Sanz Pérez destaca el perfil de quienes llegan. “Indautxu y Abando atraen a una población más vinculada a grandes empresas, a trabajos cualificados y a estancias laborales de medio o largo plazo”, explica. Además, añade que “son zonas más tranquilas y residenciales, mientras que el Casco Viejo es un entorno más alborotado y con mayor presión turística”.

Este fenómeno local se enmarca en el estudio más amplio realizado por la UAB en varias ciudades españolas, que concluye que la gentrificación ha dejado de ser exclusiva de las grandes metrópolis. La investigación señala que las ciudades medianas están experimentando procesos intensos de transformación social, impulsados por la movilidad laboral, la llegada de población altamente cualificada y la revalorización de áreas centrales.