Daniel Solana, director de Basquetour: “Euskadi está acertando con un modelo de turismo responsable, sostenible y no masivo”
El turismo internacional impulsa el crecimiento económico de Euskadi y refuerza su apuesta por la cultura, la gastronomía y las experiencias auténticas durante todo el año
Daniel Solana, director de Basquetour: “Euskadi está acertando con un modelo de turismo responsable, sostenible y no masivo”
Despedir el año alrededor de una mesa con comida tradicional vasca es, para muchos, un auténtico lujo. Para otros, lo es viajar, no cocinar y dejarse cuidar en un hotel mientras descubren una ciudad nueva. Es el caso de una pareja de turistas argentinos que vive en Italia y ha elegido Bilbao para pasar la Navidad, atraída por la curiosidad de conocer qué se come y cómo se vive en Euskadi durante estas fechas.
Este tipo de visitantes encaja perfectamente con el modelo turístico que Euskadi lleva años impulsando. Así lo ha explicado Daniel Solana, director general de Basquetour, la Agencia Vasca de Turismo, en una entrevista en Hora 14 Euskadi, donde ha analizado los buenos datos turísticos de 2025 y las claves de este crecimiento sostenido.
Según Solana, una de las razones principales del éxito es la promoción internacional, especialmente en mercados de larga distancia. “Son turistas que vienen buscando nuestra cultura, nuestra gastronomía y sumergirse en nuestro modo de vivir”, ha señalado. A este perfil se suma también el turismo nacional, que valora los paisajes, la identidad y el estilo de vida vasco.
El director de Basquetour ha subrayado que Euskadi apuesta por un turismo no masivo, con un gasto medio-alto y distribuido a lo largo de todo el año. Actualmente, el turismo representa ya el 6,8% del PIB vasco, un dato que confirma, a su juicio, que el modelo está funcionando. “Buscamos un turismo responsable y sostenible”, ha insistido, recordando que la edad media del visitante ronda los 49 años y que no se trata de un turismo de sol y playa, sino cultural, gastronómico y experiencial.
La oferta es amplia y diversa. Euskadi cuenta con más de 120 planes para todo tipo de públicos: turismo familiar, cultural, activo, LGBT o gastronómico. A ello se suma una potente agenda cultural con eventos de proyección internacional como el BBK Live, los festivales de jazz de Vitoria y San Sebastián, el Azkena Rock o la temporada de ópera en Bilbao.
En los últimos cinco años, el gasto turístico ha crecido más de un 30%. Más allá del efecto rebote tras la pandemia, Solana atribuye este crecimiento a la imagen de Euskadi como destino seguro, tranquilo y de calidad. “Es un turismo slow, sin aglomeraciones, que permite disfrutar de restaurantes, museos y espectáculos sin grandes colas”, ha explicado. Prueba de ello es que el 45% de los turistas repite destino y el 98% lo recomienda a familiares y amigos.
El turismo internacional destaca especialmente por su impacto económico. Visitantes procedentes de Latinoamérica o Asia suelen permanecer entre cuatro y seis días y muestran un alto interés por la cultura local. En el caso del turismo japonés, incluso elementos como la tarta de queso o el euskera despiertan una gran curiosidad. Este perfil, con mayor poder adquisitivo, contribuye de forma notable al comercio y a los servicios locales.
Por territorios, Gipuzkoa y Álava crecen por encima de la media, mientras que Bizkaia concentra casi la mitad del gasto turístico. Solana se ha mostrado satisfecho con este reparto, destacando la personalidad diferenciada de Bilbao, Donostia y Vitoria-Gasteiz, que ofrece experiencias distintas y complementarias.
De cara a 2026, Basquetour seguirá apostando por la larga distancia, con especial atención a Asia, Norteamérica y Latinoamérica. Mercados como China, que en 2030 podría emitir más de 30 millones de turistas al extranjero, representan una gran oportunidad. “Buscan destinos auténticos, donde puedan convivir con la gente local y vivir experiencias reales”, ha afirmado.
Los datos avalan esta estrategia: en 2025 el turismo internacional ha crecido un 6,1%, frente al 3% del turismo nacional. Un balance que, en palabras de Solana, es positivo para toda la sociedad vasca y refuerza la idea de Euskadi como un destino de moda a nivel internacional, pero fiel a su identidad.