El gesto de Iñigo Lekue con Iñaki Williams que marca el entrenamiento navideño del Athletic en San Mamés
Miles de personas llenan el estadio para el entrenamiento de Navidad del Athletic Club


El entrenamiento navideño del Athletic Club en San Mamés deja este martes una imagen que resume el espíritu del vestuario rojiblanco. Ante cerca de 30.000 aficionados, en su mayoría familias y niños, el protagonismo no fue solo para el ambiente festivo, sino para un gesto de liderazgo y compañerismo de Iñigo Lekue hacia el capitán Iñaki Williams.

Un detalle que no pasó desapercibido
Tal y como se aprecia en el vídeo difundido por el club en redes sociales, cuando los jugadores se disponían a saltar al césped desde el túnel de vestuarios, Lekue, segundo capitán del equipo, frenó al grupo durante unos segundos. El objetivo era claro: ceder el primer plano a Iñaki Williams para que saliera en solitario y pudiera recibir la mayor ovación posible de una grada completamente volcada.
El delantero respondió levantando al público, que convirtió ese instante previo al entrenamiento en uno de los momentos más emotivos de la mañana. Solo después de ese reconocimiento, el resto de la plantilla salió al campo para comenzar la sesión.
Liderazgo silencioso en una jornada festiva
El gesto de Lekue, sencillo pero cargado de significado, ha sido interpretado por muchos aficionados como una muestra del liderazgo silencioso que existe dentro del vestuario del Athletic. En una jornada marcada por el ambiente navideño, los regalos y la ilusión de los más pequeños, ese detalle refuerza el papel del capitán y el respeto que genera entre sus compañeros.
No se trató de un acto improvisado, sino de una decisión consciente para poner en valor la figura de Iñaki Williams, referente del equipo tanto dentro como fuera del campo.
San Mamés, entregado al Athletic
El entrenamiento vuelve a demostrar el poder de convocatoria del Athletic Club. Mientras en otros grandes clubes las sesiones abiertas reúnen a cifras muy inferiores, Bilbao respondió con una asistencia masiva, confirmando que esta cita navideña es ya una tradición profundamente arraigada.
Pero más allá de los números, la imagen que queda es la de un vestuario unido y una grada cómplice. El gesto de Íñigo Lekue, amplificado por la reacción de San Mamés, ha convertido un entrenamiento en un símbolo del ADN del Athletic: respeto, jerarquía, compañerismo y conexión con su gente.
En una mañana pensada para disfrutar del fútbol en familia, ese instante previo a pisar el césped explicó, sin palabras, por qué el Athletic es diferente.




