¿Qué hacer ante un alud como el vivido esta semana en Panticosa? "Ir en grupos numerosos, avanzar separados de dos en dos y que todo el grupo lleve el material básico de rescate, el famoso 'pala, sonda, ARVA'"

Bilbao

Un alud sorprendió este lunes a un grupo de experimentados deportistas cuando practicaban esquí de montaña en una de las laderas del Pico de Tablato, a más de 2.200 metros, en el pirineo oscense, muy cerca del Balneario de Panticosa. La zona es muy frecuentada por quienes realizan este deporte, pues combina fuertes pendientes y grandes acumulaciones de nieve. Sin embargo, la mala suerte quiso que este grupo se viera arrastrado por un enorme alud, que alcanzó los 300 metros de ancho, los 700 de largo y los 12 metros de profundidad en algunos puntos.

El accidente provocó el fallecimiento de tres de ellos, entre los que se encontraba el esquiador y trail runner irundarra Eneko Arrastua además del pediatra e 'influencer' Jorge García-Dihinx y su pareja, Natalia Román. También resultó herida una vecina de Ordizia, que estaba junto a su padre, y tuvo que ser ingresada en el hospital San Jorge de Huesca con síntomas de hipotermia. Los otros dos integrantes del grupo pudieron salir ilesos.

Evitar ir solos o en pareja

Tras lo ocurrido en Panticosa, en la SER hemos consultado con expertos de la Federación Bizkaina de Montaña para conocer qué precauciones se deben tomar para tratar de minimizar los riesgos a la hora de organizar una travesía de este tipo, si bien el riesgo cero no existe en la montaña, menos aún en condiciones invernales.

El vocal de esquí de la Federación, Gabriel de Régil, apunta una primera clave a la hora de organizar el grupo con el que saldremos a la montaña: "Es importante que el grupo con el que vamos sea numeroso. Si vamos solamente dos personas, por ejemplo, y uno se queda enterrado, solo habría otro para palear e intentar desenterrarle".

Pala, ARVA, sonda

Además, es clave consultar la meteorología con antelación -los avisos de riesgo de aludes, por ejemplo, van en una escala de 1 a 5, de menor a mayor peligro-, así como garantizar que cada miembro de la expedición cuenta con el material básico de rescate: "Pala, ARVA, sonda", explica Gabriel.

Estas tres piezas pueden ser clave para nuestra supervivencia en caso de aludes. La pala sirve para retirar la nieve caída sobre un compañero de cordada. Los otros dos elementos son complementarios entre sí. El ARVA (Appareil de Recherche de Victimes d'Avalanches) es un dispositivo transmisor que emplea una frecuencia de 457 kHz y que se emplea en todo el mundo para encontrar víctimas de avalanchas.

Encontrar a alguien enterrado

El Arva se complementa con la sonda y sirve para localizar el punto en el que nos hemos quedado atrapados, siempre que el receptor y el emisor estén correctamente conectados y los llevemos encima nosotros y todos los miembros de la expedición.

Además, de Régil añade una segunda recomendación a la hora de iniciar la travesía: "Antes se hacía mucho lo de mantener la distancia. Por ejemplo, si somos un grupo de seis, es conveniente ir dos, a 50 metros otros dos, etc. Ahora tenemos la idea de ir hablando y sacándonos fotos, y vamos juntos. Eso hace que sea más peligroso, pues un hipotético alud nos cogería a todos, de modo que no tendríamos a nadie que nos pudiera rescatar".

No quedarnos quietos

Por último, en caso de sufrir la caída de una importante masa de nieve, la clave está en dos decisiones. La primera, no quedarnos quietos: "Siempre hay que intentar ir moviendo los brazos, como tratando de flotar". La segunda, añade el experto, es liberarnos las manos y pies: "Sacarnos las dragoneras de los bastones y cualquier otra correa de sujeción que llevemos. Ese tipo de elementos son peligrosos porque nos anclan a la nieve".