Natalia Barrios: "Donde la mujer dice no, la pornografía dice si"

Badajoz

La sexualidad no es mala, pero que nuestros jóvenes se estén educando con la pornografía como guía está ocasionando muchos problemas, indica Natalia Barrios (Brain psicólogos, Cáceres) en nuestra sección de Salud Mental en Hoy por Hoy. Con consecuencias muy negativas tanto en el cerebro como en las relaciones, en la autoestima y en las relaciones sexuales. "Hay muchos problemas en las relaciones sexuales que no son fisiológicas, que tienen que ver con la adicción al consumo de "porno". ¿Por qué no hay que ver pornografía?, apunta Natalia: "Hay estudios que indican que entre los chicos que consumen pornografía hay casi dos veces y media más de probabilidades de que cometan una agresión sexual. Y en el caso de ellas las probabilidades de ser víctimas entre las que ven pornografía se multiplican por cuatro, porque normalizan que tienen que decir que si a cosas que no son normales en una relación".

No hay pornografía buena

Natalia nos cuenta que a su consulta llegan muchas chicas a las que les incomodan muchas imágenes que reciben a través del teléfono. La accesibilidad es cada vez más sencilla y los jóvenes tienen sus primeros contactos con la pornografía también cada vez más temprano. "Y la pornografía está llena de Imágenes que cosifican a la mujer. Ni el hombre tiene que ser agresivo ni ola mujer tiene que ser sometida. Los niños están confundiendo el placer con la felicidad. Yo me he encontrado chicas que me han contado que sus parejas las han querido estrangular en la intimidad. Y que se sintieron fatal. Su parejas lo hacían por imitación de lo que ven en las redes e Internet", nos cuenta Natalia. "La pornografía también es una pandemia", y esto se ha multiplicado desde 2020, cuando durante un tiempo se "liberó" el acceso a las redes a los menores que estaban en casa.

Hay que educar del tema sexual en casa. Natalia le pide a los padres que hagan un trabajo de reflexión y se pregunten cuánto han hablado con sus hijos de sexualidad. Los estudios también apuntan a que los niños a partir de 8 años ya han visto imágenes explícitas del acto sexual a través de las redes, y a partir de los doce años ya han visto pornografía explícita. "La cabeza de un niño no está preparado para eso. Hay que ser consciente de la violencia contra la mujer, hay que estudiar los efectos en el cerebro, la complejidad de la adición, del más y más, de la hiperactivación de la recompensa. Son alteraciones a tener en cuenta".