Los cerezos del Jerte "duermen" lo suficiente para afrontar la primavera

Plasencia

Desde el mes de octubre y hasta mediados de febrero los cerezos del Valle del Jerte deben "descansar" para afrontar la primavera, y para ello necesitan pasar frío. De media, unas 600 horas por debajo de los 7 grados centígrados para que la savia se ralentice, el árbol entre en hibernación y recupere fuerzas ante el "estrés" de la floración y la producción de fruto.

En este invierno se han superado esas 600 horas, según ha destacado José Antonio Tierno, Presidente de la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte, se calculan en "unas 640 ó 650 horas frío" lo que augura que el descanso de los árboles ha sido óptimo. Aunque este año se han registrado al contrario que en la anterior campaña de la cereza del Valle del Jerte, este año se han concentrado en los meses finales de 2023 y menos horas frío en los primeros meses de 2024.

Otra de las preocupaciones del Valle del Jerte es el agua, que en esta ocasión si que ha sido un otoño e invierno muy pluvioso con registros de unos "mil litros por metro cuadrado" en lo que va de año hidrológico. Además, el presidente de la agrupación de cooperativas no teme que se puedan producir grandes daños en los cerezos del Valle del Jerte por la previsión de bajas temperaturas a partir del 22 de febrero de 2024 y que incluso "algunos años ha nevado durante la floración" sin que se produjeran grandes incidencias, peor sería que hubiera "heladas severas".

Sobre la gran pregunta "¿Cuándo van a florecer los cerezos del Valle del Jerte?" de momento con precaución se sigue indicando que "a mediados del mes de marzo" será cuando pueda estallar la primavera en esta comarca del Norte de Extremadura que alberga más de un millón de cerezos, "semana arriba, semana abajo", pero para ello se depende de las temperaturas, la lluvia y el sol que incida en los árboles.