Fisioterapeuta advierte: "dormir menos de siete horas inflama el cuerpo y acelera el envejecimiento"
El sueño actúa como “un médico silencioso que trabaja para nosotros ocho horas al día, sin cobrar y sin recetar medicamentos”

Un estudio con datos de casi 20.000 personas acaba de demostrar que recuperar horas de sueño los sábados y los domingos reduce un 20% el riesgo de enfermedades cardiaca. / Guido Mieth

Don Benito
Dormir bien no es un lujo, es una necesidad básica. Así lo ha asegurado la fisioterapeuta y osteópata Erika Quintana en el espacio Ser Saludable de SER Vegas Altas, donde ha abordado la importancia de la higiene del sueño y sus efectos directos en la salud física y mental.
Quintana ha explicado que el sueño actúa como “un médico silencioso que trabaja para nosotros ocho horas al día, sin cobrar y sin recetar medicamentos”. Durante ese tiempo, el cuerpo repara tejidos, limpia toxinas del cerebro, fortalece las defensas y afina la memoria. Sin embargo, advirtió que cada vez “le quitamos más horas” a ese descanso reparador.
“Cada vez que dormimos menos de siete horas, secretamos sustancias inflamatorias. Es como si nos levantáramos inflamados”, explicó. “Eso afecta al rendimiento físico, cognitivo y acelera el envejecimiento”.
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SER SALUDABLE 2x04 "Higiene del Sueño" HxH Vegas Altas
La especialista recomienda que los adultos duerman entre siete y nueve horas por noche, preferiblemente seguidas y durante la noche, ya que el sueño reparador se produce en ausencia de luz. Las siestas cortas —de no más de 30 minutos— pueden ser beneficiosas, pero “dormir más durante el día desregula el biorritmo y empeora el descanso nocturno”.
Entre los principales errores que alteran el sueño, Quintana señaló los hábitos de vida actuales: cenas demasiado tardías, uso de pantallas antes de dormir o ejercicio físico intenso por la noche. “En España cenamos tardísimo. Es devastador para la salud”, dijo, recomendando adelantar la cena al menos dos o tres horas antes de acostarse.
Asimismo, insistió en reducir la exposición a la luz artificial y buscar luz natural por la mañana para regular los ritmos circadianos. “El cuerpo necesita ese contraste de luz para sincronizar sus relojes internos”, explicó.
El sueño también está estrechamente relacionado con el sistema inmunitario y la salud mental. Durante el descanso profundo, el organismo produce sustancias antiinflamatorias y se refuerza frente a infecciones. La falta de sueño, en cambio, “aumenta en más de un 60% los casos de ansiedad y depresión” y puede provocar deterioro cognitivo.
Como consejos finales, Quintana recomendó establecer una rutina relajante antes de dormir —con respiraciones, lectura o meditación— y evitar las pantallas en las dos horas previas al descanso. “El sueño no es un privilegio, es una necesidad. Quítale horas a lo que quieras, menos al sueño”, concluyó.




