Expertos sanitarios piden en Extremadura que se desarrollen acciones de cribado precoz del cáncer de pulmón

Badajoz

Con motivo del Día Internacional del Cáncer de Pulmón, especialistas, profesionales sanitarios y pacientes han trasladado en el Colegio de Médicos de Badajoz la necesidad de llevar a cabo medidas urgentes contra la que continúa siendo la primera causa de muerte por cáncer en España. En un acto organizado por la Asociación Oncológica Extremeña (AOEX) se ha puesto de manifiesto que en Extremadura la incidencia es especialmente elevada, donde inciden en que es necesario actuar frente al tabaquismo y avanzar hacia el diagnóstico precoz puede salvar miles de vidas.

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El médico de familia jubilado Emilio Salguero, experto en tabaquismo y miembro de la Junta Directiva de AOEX, recordaba que “el 80% de los casos de cáncer de pulmón se originan en personas que fuman o han fumado”, lo que convierte a esta patología en una enfermedad mayoritariamente evitable. Como responsable del Grupo de Tabaquismo de la Sociedad Extremeña de Medicina de Familia y delegado regional del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, Salguero subrayó que la comunidad autónoma arrastra desde hace años cifras preocupantes.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística, Extremadura se sitúa de forma reiterada entre las regiones con mayor prevalencia de tabaquismo y lidera los índices de cáncer de pulmón y EPOC, una enfermedad prácticamente inexistente en personas no fumadoras. “Hoy más del 20% de la población adulta fuma a diario y miles de jóvenes se inician cada año. Esto no ocurre por casualidad”, alertaba.

El facultativo fue especialmente crítico con la falta de iniciativas institucionales. “En los dos últimos presupuestos autonómicos no se ha destinado ni un solo euro al mayor problema de salud pública de Extremadura”, atribuyendo esta inacción a la influencia histórica de la industria tabacalera. Salguero recordó que el tabaquismo, reconocido como enfermedad por la OMS desde hace décadas, provoca en la región más de un millar de muertes anuales por sus múltiples patologías asociadas, entre ellas el cáncer, el infarto o los ictus.

La neumóloga Ana Castañar, del Hospital Universitario de Badajoz y coordinadora del proyecto de cribado “Cassandra” en Extremadura, trasladaba que, “el cáncer de pulmón es el cuarto tumor en frecuencia, pero la primera causa de muerte por cáncer en España. Solo el año pasado murieron más de 23.000 personas, 7.000 de ellas mujeres”, incidía.

Una de las razones de esta alta mortalidad es la dificultad para detectar la enfermedad en sus fases iniciales. “El cáncer de pulmón da pocos síntomas, o son inespecíficos. Cuando los pacientes llegan a la consulta, en un alto porcentaje de casos la enfermedad ya está avanzada”, explicaba Castañar. En estos estadios, las opciones de supervivencia descienden drásticamente.

Pese a los importantes avances terapéuticos, como la inmunoterapia o las terapias dirigidas, la especialista insistió en que la prevención y el diagnóstico temprano deben ser prioritarios. “Sabemos que, si el cáncer de pulmón se detecta en estadio I, la supervivencia ronda el 90%. El TAC de baja dosis ha demostrado que puede reducir la mortalidad. Es hora de llevarlo a la práctica real”.

El proyecto Casandra, impulsado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica en colaboración con múltiples entidades científicas y asociaciones de pacientes, pretende precisamente evaluar la viabilidad del cribado en población de alto riesgo. Castañar detalló que el programa incluye a personas de más de 50 años con un historial significativo de consumo de tabaco, ya sean fumadores activos o exfumadores que lo abandonaron en los 15 años previos.

Los participantes se someten a un TAC de baja dosis anual durante cinco años, técnica capaz de detectar lesiones incipientes con una radiación muy inferior a la de un TAC convencional. Extremadura participa con el Hospital Universitario de Badajoz, que se encuentra ultimando los procedimientos para iniciar el reclutamiento. En España ya se han incluido cerca de mil pacientes.

Rosa Moro, radióloga del mismo centro, destacaba el papel clave de la imagen médica en todas las fases del proceso: “El TAC no solo diagnostica el cáncer en etapas tempranas; también determina su extensión, orienta la toma de biopsias, permite valorar la respuesta al tratamiento y detectar complicaciones”. Moro recordó que el cribado también ayuda a identificar otras patologías vinculadas al tabaquismo, como la enfermedad coronaria o el enfisema.

La parte más emotiva llegó de la mano de Patricia Risco, una paciente de 54 años diagnosticada en 2022 de un cáncer de pulmón no microcítico en estadio IV, con metástasis en el cerebro, los huesos y los ganglios. “Nunca fumé, llevaba una vida muy sana y no tuve síntomas hasta el día que todo cambió”, relató visiblemente emocionada.

Tras recibir un pronóstico de apenas cuatro meses de vida, una mutación genética detectada mediante biomarcadores abrió la puerta a un tratamiento de terapia dirigida. Sin embargo, los efectos adversos fueron severos: neumonitis grave, hepatitis medicamentosa y posteriormente efectos neurológicos y alucinaciones con un segundo fármaco. “Convivo con deterioro cognitivo, neuropatía y episodios que me paralizan, pero sigo adelante”, explicaba.

A pesar de su dura experiencia, Patricia subrayó un mensaje esperanzador: “Un diagnóstico no define una vida. Vivo cada día como si fuera el último, confío en la ciencia y en la investigación. Si hubiera tenido un cribado, mi historia habría sido distinta. Por eso pido que se implante cuanto antes”.