El tabaco extremeño reclama estabilidad ante la reforma de la PAC y las medidas regulatorias
El nuevo presidente de UPA-UCE, Óscar Llanos en el Campo en la SER
Tabaco plantado en la comarca de la Vera / Cadena SER
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El Campo en la SER (23/11/2025)
Don Benito
El cultivo del tabaco, que concentra en Extremadura el 98% de la producción nacional y sostiene a unas 22.000 familias, atraviesa un momento de incertidumbre. Óscar Llanos, nuevo secretario general de UPA-UCE Extremadura, advierte que las políticas actuales “ponen en riesgo un sector clave para fijar población y generar empleo en zonas rurales”. Llanos reclama un marco regulatorio estable y diálogo con el Gobierno para evitar que las medidas contra el tabaquismo afecten de forma desproporcionada a la economía agraria. “Estamos de acuerdo en proteger la salud pública, pero no se puede ignorar el impacto sobre el empleo y las inversiones”, subraya.
Desde la Mesa del Tabaco, celebrada en Cáceres, se apunta a una coyuntura positiva: más hectáreas sembradas, mayor producción y precios al alza. Juan Andrés Tovar, presidente de CETARSA, asegura que “el sector vive un momento razonablemente bueno tras años de caída”. Sin embargo, la Organización Interprofesional del Tabaco alerta sobre dos amenazas: la subida de impuestos, que podría incentivar el contrabando, y la reforma de la PAC, que recorta ayudas en un 22%. “Si conseguimos mantener la situación actual, el sector podrá seguir estable”, señala Fernando Vaquero, director de la OITAP.
Nuevos regadíos
Además, en el Campo en la SER, hablamos del nuevo regadío de Monterrubio, una infraestructura largamente esperada por los agricultores de la comarca de La Serena. El proyecto permitirá transformar 1.200 hectáreas de cultivo y beneficiará a más de 1.300 socios de la comunidad de regantes del Valle del Zújar.
“Es una apuesta por el campo, por rentabilizar la actividad agrícola y generar riqueza, desarrollo económico y relevo generacional”, destacó la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola. El sistema incluye dos balsas de almacenamiento con capacidad para 1.200 metros cúbicos por hectárea y año, con captación del arroyo Benquerencia y apoyo del río Zújar en épocas secas. El regadío se destinará principalmente al olivar (90% de la superficie), además de almendro y pistacho.
