Política | Actualidad

Alfonso Rueda apuesta por la continuidad y mantiene toda la estructura de su gabinete en la Xunta de Galicia

El nuevo presidente gallego incorpora al diputado autonómico Diego Calvo como vicepresidente segundo

Alfonso Rueda, elegido el jueves por la Cámara autonómica como nuevo titular del Ejecutivo gallego con los votos del PPdeG y la oposición en contra. / Lavandeira jr (EFE)

El nuevo presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ha apostado por la continuidad en la configuración de su gabinete con la única incorporación del diputado autonómico por A Coruña Diego Calvo como su vicepresidente segundo.

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Además, el actual vicepresidente segundo en funciones, Francisco Conde, asciende a la vicepresidencia primera con las materias que ya poseía de Economía, Industria e Innovación, según el comunicado con la estructura final facilitado por el Gobierno gallego este domingo.

Además de mantener el modelo de dos vicepresidencias, Rueda ha decidido que continúen los titulares de todos los departamentos que hasta ahora se sentaban a su lado en el Consello de la Xunta presidido por Feijóo. Sí habrá ajustes en el organigrama y, como se daba por hecho, Turismo pasa a depender de la Presidencia de la Xunta, como muestra de la "prioridad" que se la a esta área para la década Xacobea.

El sexto presidente de la Xunta

Rueda tomó posesión de su cargo este sábado en un acto en el que se definió como "un hijo de Galicia" que sucede a Alberto Núñez Feijóo con una determinación, la de "preservar" a la autonomía de las "tendencias de ruptura" y mantener la "estabilidad" con un gobierno asentado en la "moderación". Así, se convirtió en el sexto presidente de la Xunta de Galicia.

"Conozco, quiero y creo en una Galicia unida, desde la Rúa Príncipe de Vigo hasta la praia das Catedrais, desde las tierras de A Limia hasta el bastión pesquero de O Barbanza, desde la Praza do Obradoiro hasta el Centro Galego de Bos Aires", proclamó en un acto con medio millar de invitados, entre autoridades y representantes de la sociedad civil.

"Creo en una comunidad que se mantenga a salvo de la miopía del localismo y la fragmentación, que con el ariete de supuestos agravios carga contra la casa común y que tanto nos ha costado construir", añadió, antes de pasarse al castellano -algo que también solía hacer su antecesor- para garantizar que Galicia "va a contribuir con lealtad al fortalecimiento de España y del proyecto común europeo".