Después del maltrato puede haber vida
Las casas de acogida a víctimas de violencia de género de A Coruña y Ferrol atendieron a 84 personas el año pasado
Reportaje: Las casas de acogida de las víctimas de violencia de género (23/05/2022)
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A Coruña
En A Coruña hay 1.867 casos activos de violencia de género. Desde 2003 13 mujeres fueron asesinadas a manos de sus maltratadores en la provincia. Pedir ayuda y huir no es sencillo por eso sociedad y administración tienden su mano. En A Coruña y en Ferrol se encuentran 2 de las 3 casas de acogida a víctimas de violencia de género de Galicia. En ellas se alojan mujeres afectadas por la violencia machista y las personas dependientes que puedan tener a su cargo como, por ejemplo, sus hijos. Por la casa de A Coruña en el último año pasaron 31 mujeres y 21 menores. En Ferrol los menores, 21, superaron incluso al número de mujeres, 12. Ellos también son víctimas de la violencia de género. Por ello, estas casas acompañan en su recuperación psicológica tanto a madres como a hijos.
En el 2021 en Galicia 300 niños y niñas fueron agredidos por sus padres para hacer daño a la madre. Una, víctima de violencia de género, ha vivido en la casa de acogida de Ferrol con su hija y asegura que las trabajadoras y sus compañeras de centro fueron claves en su proceso de superación y en el de su hija.
Cualquier mujer puede acudir y pedir ayuda. Estos centros dan atención durante las veinticuatro horas del día los 365 días del año para que cualquier mujer víctima de violencia machista pueda esquivar a su maltratador. Durante 3 meses, prolongable hasta los 6, las trabajadoras de la casa: psicólogas, asesoras jurídicas y trabajadoras sociales acompañan y dan apoyo en diferentes ámbitos a las víctimas. Un trimestre, asegura Chus Olivares, directora del centro de Ferrol, no es suficiente para cerrar las heridas, pero sí para comenzar el proceso de sanación. Con todo, una vez que las víctimas cesan su estadía en la casa siempre pueden pedir ayuda y más acompañamiento a otros organismos.
Un ejemplo son los pisos de transición a la vida autónoma, 2 en el caso de A Coruña. En ellos la unidad familiar puede permanecer entre 6 meses y un año ya sin la tutela de las trabajadores del centro. Es el siguiente paso para la recuperación de la autonomía y empoderamiento porque, coinciden todas las participantes en este repotaje, después del maltrato también puede haber vida.