Yolanda Díaz impulsa Sumar sin Podemos para rescatar todo el voto perdido y asume que nace en un momento difícil por el desapego a lo político
Lanza su proceso de escucha en Madrid
Madrid
La ferrolana Yolanda Díaz no ha invitado a los líderes de los partidos al despegue de Sumar, su proyecto político con el que concurriría a las próximas elecciones, y ha querido que todo el protagonismo esté en los colectivos sociales para intentar recuperar el voto que en su día logró Podemos.
Ensanchar la democracia e impedir el paso a las derechas es el mensaje que ha lanzado este viernes Yolanda Díaz en el estreno de su proyecto político ante casi 5.000 personas, según los organizadores, que han abarrotado la plaza del Matadero de Madrid.
Construir una propuesta para la próxima década en la que el protagonismo es de la ciudadanía y no de los partidos es el objetivo de esta iniciativa que llevará a Díaz por toda España durante seis meses, antes de decidir si da el paso de liderar una candidatura electoral siempre y cuando -ha dejado claro- tenga el apoyo para hacerlo y ha insistido que para afrontar este proyecto en el que cabe todo el mundo se requiere "una enorme generosidad".
Durante su intervención ha repetido varias veces que esto no va de siglas, que esto va de "sumar, dialogar, tender la mano y después ser capaces de llegar a acuerdos para cambiar la vida de la gente, porque para eso vale la política".
Y como Sumar no va de partidos, trasladó expresamente a la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, que los de esta formación no acudieran al acto, aunque sí estaban representadas casi todas las fuerzas a la izquierda del PSOE, incluidos los morados.
Eso sí, de perfil bajo y caras poco conocidas, salvo el exlíder de Izquierda Unida Gaspar Llamazares, Juan Carlos Monedero, uno de los fundadores de Podemos, y el secretario general del PCE, Enrique Santiago, entre otros.
El lanzamiento de este movimiento ciudadano, que lo ha hecho coincidir con la Semana del Orgullo como un gesto hacia la diversidad que quiere transmitir, se celebra después de varios meses aplazándolo por las complicaciones que le han ido surgiendo a la ministra de Trabajo, primero con las negociaciones de la reforma laboral y luego las derivadas de la invasión rusa de Ucrania.
Al margen de estas vicisitudes, Díaz ha tenido que lidiar con el malestar de Podemos, que se ha sentido marginado de todo este proyecto que empezó a fraguarse después de que Pablo Iglesias la designara como su sucesora, una decisión que luego ha cuestionado en el marco del distanciamiento que marca desde hace meses las relaciones entre ambos.
Para Podemos, cuya marca está muy desgastada, Díaz supone una tabla de salvación y por ahora la dejan hacer y deshacer sin choques abiertos, pero no se resignan a dejar de ser una pieza clave en una eventual candidatura de la vicepresidenta, teniendo en cuenta que son la fuerza mayoritaria en Unidas Podemos.
Todo apunta a que cuando llegue ese momento, no será fácil, como ocurrió con las negociaciones de la coalición Por Andalucía, en las que tanto se tensó la cuerda que Podemos quedó fuera, aunque finalmente se mantuvo el acuerdo político.
Y aparte, los resultados fueron muy malos para este primer ensayo del proyecto de Díaz porque si bien la ministra de Trabajo lo desvinculó por completo de sus planes, ella se implicó hasta el fondo incluso con la designación de la candidata, Inmaculada Nieto.
Es en este contexto en el que surge este "proyecto de país" que quiere "sumar inteligencias colectivas" y no siglas para volver a conectar con la ciudadanía, ha dicho la ministra, en un momento "muy difícil" y en el que hay una gran desafección de la sociedad, ha reconocido Díaz al recalcar que "la política ha desconectado de la gente, la ha dejado atrás". Y por eso, "el reto es enorme".
Desapego
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha destacado este viernes que lanza el proyecto Sumar para "ensanchar la democracia", pese al "momento difícil" que atraviesa España por la desafección ciudadana hacia la política, y ha deslizado que lo hace para evitar que gobiernen la derecha.
Díaz ha presentado, en el Matadero de Madrid, Sumar, el proyecto con el que se presentará a las próximas elecciones, en un acto al que no han sido invitados los líderes de los partidos de izquierda y al que han acudido varios miles de personas, a quienes se ha dirigido para recordarles que "tienen el protagonismo", porque "ya está bien de que hablen los de siempre".
Durante el acto y a través de un vídeo, personalidades del mundo de la cultura han enviado su apoyo al proyecto político de la vicepresidenta segunda, entre ellos los escritores Bernardo Atxaga y Manuel Rivas; el actor Antonio de la Torre y el cantante Kiko Veneno.
"Sumemos colectivamente, pensemos el país que queremos", ha sostenido Díaz, quien ha instado a que lo hagan "desde las trabajadoras del hogar hasta los sanitarios de la psiquiatría", porque "de eso va Sumar", ha insistido.
Díaz ha admitido que es consciente de que lanza Sumar en "un momento muy difícil", ya que los estudios demoscópicos apuntan a una gran desafección ciudadana por la política, algo a lo que resta importancia, porque se debe afrontar "el reto" de "ensanchar la democracia" para "no perder el país que queremos".
Díaz se ha definido "como una pieza más" de Sumar, porque, ha reiterado, "el protagonismo" lo tienen los ciudadanos, al tiempo que ha remarcado que para conformar esta iniciativa "tiene que hablar" el conjunto de la ciudadanía: los profesionales, las cajeras del supermercados, las limpiadoras, los arquitectos, ha enumerado.
"En Sumar cabe todo el mundo, con dos condiciones: que vayamos al pensamiento de un nuevo país para la próxima década y (lo hagamos) con una enorme generosidad y grandes dosis de ternura", ha exclamado.
En clave política, la vicepresidenta del Gobierno ha dicho que "no es comprensible que un autónomo pague más impuestos que una gran corporación tecnológica" y ha citado como ejemplo que una empresa que genera ingresos de más de mil millones de euros no puede cotizar al 3,8 % (frente al 5 % de media europea).
También ha dicho que "no es justo que las grandes eléctricas se forren a costa de más de cinco millones" de ciudadanos que padecen pobreza energética y que tampoco lo es que el 80 % del impuesto de la renta en España "esté soportado" por la clase trabajadora. Por todo ello, ha afirmado Díaz, "la democracia tiene que llegar a las grandes empresas" con más impuestos.
Asimismo, ha apelado a una democracia en Europa "más social y afectiva" en la que "se hable de paz" y se busque la misma, y en la que, además, se diga claramente "que nunca más vamos a volver a las reglas de la austeridad".