El simbólico final (y renacimiento) de un astillero histórico
Retiran las letras de Astilleros Hijos de J. Barreras en las instalaciones de Beiramar

Rotulo Barreras
Vigo
Es la imagen simbólica del fin de una época. Un operario se afanaba este viernes en retirar las letras del astillero Hijos de J. Barreras a la entrada de las instalaciones en Beiramar, a ambos lados de la acera. Radial en mano, iba retirando una a una hasta dejarlo sin ellas, totalmente limpio. Atrás queda más de un siglo de historia y de historias, de años de esplendor con botaduras espectaculares que lo situaron a la vanguardia mundial, pero también de años convulsos con huelgas, procesos concursales, y de renacimientos contra todo pronóstico que tampoco acabaron bien y que han conducido hasta este día en que el nombre desaparece de su fachada tras la adquisición por parte de Armón que ha constituido la firma Astilleros ría de Vigo, para empezar una nueva y esperanzadora vida. Barreras es ya historia y recuerdo, como lo es también Vulcano, de la industria naval viguesa, que pese a todo y como dirían Os Resentidos: Resiste.




