¿Hemos aprendido la lección de la ola de incendios de octubre de 2017?

Vigo

Fuegos más grandes y que están por encima de la capacidad de extinción. Esta es la radiografía de los incendios que están activos en las últimas semanas en toda Galicia, según Juan Picos, director de la Escuela de Ingeniería Forestal de la Universidad de Vigo. Este académico considera que ya hemos hecho tope en labores de extinción y que deben primar los esfuerzos y los recursos en la prevención. Opinión que refleja con un dato: el 0,2% de los incendios quemaron la mitad de superficie de Galicia en los últimos diez años.

En octubre de 2017, As Neves fue la ‘zona cero’ de la ola de incendios y casi cinco años después el municipio no está mejor preparado por si se repite una situación similar. Así lo asegura en Hoy por Hoy Vigo y Baixo Miño el alcalde Xosé Manuel Rodríguez, que reclama a la Xunta que ponga freno a la alta tasa de abandono del medio forestal. Otra de las zonas más afectadas en ese fatídico año fue la parroquia de Chandebrito en Nigrán, donde fallecieron dos personas. El presidente de la comunidad de montes, Víctor Vidal, dice que el trabajo de prevención de los comuneros no se está trasladando a las fincas privadas. Señala que se debe invertir más en prevención y que los medios actuales son insuficientes contra grandes incendios.

Vidal explica que en Chandebrito la comunidad de montes dedica 100.000 euros anuales de inversión para hacer trabajos de prevención y que solo reciben un 10% de ayudas de entidades públicas, por lo que demandan más subvenciones para hacer esta labor. En el capítulo de soluciones, el regidor de As Neves apuesta porque la Xunta, que tiene la competencia en materia forestal, tome medidas valientes, como que los terrenos improductivos o en abandono, que están muy cerca de las viviendas, pasen a formar parte del banco de tierras de Galicia. Medida que comparte Picos, quien apunta que la estrategia de trabajo sobre el territorio debe realizarse pensando en un crecimiento rápido de los incendios para permitir su control y que en las áreas forestales donde no hay interlocutor debe intervenir el gobierno autonómico.