¿Se puede vivir del arte?

¿Como viven los artistas? Es muy probable que al leer esta pregunta se nos vengan a la cabeza dos ideas muy distintas. Por un lado, nos imaginamos la vida del artista famoso, normalmente actor o músico, que vive en diez casas distintas y que cuenta con un sueldo terminado en muchos ceros. Por otro lado, también dibujamos mentalmente a ese artista “no famoso” al que le cuesta llegar a fin de mes y que para poder vivir de su arte, tiene que compaginar su vida artística con otro trabajo.

Estas ideas ¿son reales o constituyen un mito? Y lo que es más importante: ¿se puede vivir del arte sin estar relacionado con el mundo de la fama?

Evidentemente, como en cualquier otra profesión, tener dinero en el bolsillo puede facilitar el éxito del proyecto, pero la suerte y las horas de trabajo también tienen mucho que ver en ello. Jorge Coira, director de cine y series de televisión, se desenvuelve en uno de los sectores más reconocidos del arte y vive de ella pero no está “montado en el dolar”.

En 2019, este lucense, recibía el goya al mejor montaje por la película El Desconocido. Aún así, confiesa que no es oro todo lo que reluce. “Muchas personas creen que aquellos que vivimos del cine ganamos lo mismo que Javier Bardem, cuando no es para nada así. Bardem es tan solo una excepción”, explicaba el director.

Diego AS, considerado como el mejor grafitero de España, explica que a pesar de que ahora es mundialmente reconocido y que vive “más tranquilo económicamente”, añora el tiempo libre que antes tenía y ahora no.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Andrés Haensel, director creativo de arte, vive “para hacer arte”. Compagina la música con otros proyectos artísticos como por el ejemplo el diseño gráfico para obtener una remuneración económica que le permita vivir.

Rubén Díaz, bailarín y Gema López, pintora, decidieron enfocar sus carreras a enseñar arte. Díaz abrió hace unos años Star Dance, una academia donde imparte clases de danza y López, es propietaria de un estudio de arte en el que ofrece cursos de pintura.

En definitiva, ni pertenecer al sector más reconocido del arte implica una vida acomodada, ni no alcanzar la fama como artista conlleva una vida de miserias.