Una de las víctimas de las grabaciones de la Maruxaina apremia al Juzgado de Viveiro a que concluya la investigación
Paloma Maseda confiesa que este año no fue "lo mismo" dado que la venció la ansiedad
Una mujer este sábado durante la fiesta de A Maruxaina, en la primera edición tras el escándalo de 2019 por la grabación y difusión de vídeos íntimos que atentaban contra la intimidad de ocho docenas de mujeres. / Eliseo Trigo (EFE)
Lugo
Una de las más de cien víctimas de las grabaciones ilegales durante la fiesta de la Maruxaina en 2019, Paloma Maseda, ha apremiado al juzgado número uno de Viveiro a que cierre la investigación. Maseda es de las que ya han declarado ante el juez, y tras el regreso de esa fiesta de corte mitológico en San Cibrao, en el Concello de Cervo, ha confesado que esta edición era “muy deseada”, pero para ella “personalmente” fue “mal”. “Para mí este año no fue la Maruxaina”, suelta.
Sí que ha suscrito que “era una fiesta que llevabas mucho tiempo esperando pero no fue como realmente pensaba”. “Creí que lo iba a llevar mucho mejor y no fui capaz de integrarme a pesar de estar con toda mi gente, con mis amigos, con mi familia. No fue lo que esperaba, estuve con mucha ansiedad. Fue todo muy raro”, se ha sincerado Paloma.
No obstante, esta mujer que fue una de las víctimas de las grabaciones en 2019, ha aprovechado para felicitar a los organizadores de este año en que hubo “más baños y muchísima más seguridad, también se mejoró la limpieza a nivel de calle”. “Era lo que se necesitaba también”, ha celebrado.
De la investigación, Paloma Maseda ha esgrimido que “estamos a ver si se mueve un poco”, concediendo que ahora en verano la instrucción puede ralentizarse algo. De todas formas ha emplazado a los investigadores a que “se pongan las pilas, porque es indignante que haya transcurrido tanto tiempo y siga esto como al principio”. “Al fin y al cabo estamos como al principio. Esperamos que se muevan algo y hagan ya su trabajo”, ha concluido esta víctima de las grabaciones ilegales, con imágenes que en algún caso se llegaron a colgar en páginas pornográficas.
De momento se ha tomado declaración a casi cien mujeres que fueron grabadas orinando furtivamente, aún así quedan una veintena de ellas por declarar ante el juez de Viveiro.
