El presidente de la lonja achaca la bajada de actividad a los problemas para explotar pesquerías tradicionales
Los cambios en la temperatura del agua por el alto precio del gasóleo se unen a los problemas por el alza del precio de los combustibles
A Coruña
Sigue bajando la actividad en la lonja de A Coruña a la luz del balance de actividad del puerto en los primeros meses del año. El tráfico de pesca fresca ha descendido hasta en un 20 por ciento, con algo más de 13.000 toneladas. La Autoridad Portuaria de A Coruña explica este descenso por las políticas de cuotas y el alza del precio del gasóleo. El sector señala, además, que los barcos se encuentran con problemas para encontrar pesquerías tradicionales de la lonja coruñesa como el jurel, el bocarte o el bonito. Tampoco está siendo buena la temporada del pulpo.
Los armadores achacan la mala evolución de las pesquerías y la reducción de capturas a cambios en la temperatura del agua que aleja los bancos de pescado de las costas coruñesas y gallegas. Así lo ha señalado Juan Carlos Corrás, presidente de la Lonja de A Coruña y gerente de PescaGalicia.
Piden a gobierno y Xunta ayudas directas a armadores y comercializadores, tanto para afrontar la subida de precios de los combustibles como los problemas en las pesquerías. Advierten de que el sector acaba de salir de dos años de crisis marcados por la pandemia de coronavirus.