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La pobreza menstrual ¿Comprar comida o tampones?

En España, el 22 % de las mujeres no tienen acceso a una higiene íntima correcta

Lugo

¿Alguna vez os habéis parado a pensar en la cantidad de dinero que gastaremos las mujeres a lo largo de nuestra vida, simplemente por tener la regla? Según la OCU, Organización de Consumidores y Usuarios, una mujer gasta al año en productos de higiene íntima alrededor de 50 euros. Teniendo en cuenta que se menstrua alrededor de 40 años, la cifra total asciende a los 2.000 euros.

Desde el inicio del gobierno de Pedro Sánchez, se viene anunciando la intención de aplicar el IVA superreducido del 4% a compresas, tampones y copas menstruales, por considerarse de primera necesidad, en vez del 10% actual. Sin embargo, esta medida todavía no se ha hecho realidad. A principios de agosto comenzaron las negociaciones sobre los Presupuestos Generales para el 2023, y no se descarta bajar el IVA a los productos de higiene íntima.

El hecho de que todavía no se haya reducido el IVA de los productos de higiene íntima femenina, provoca que muchas mujeres no puedan acceder a estos productos. A este fenómeno se le conoce como pobreza menstrual. En muchas familias con ellas las que se encuentran en una situación en la que tienen que elegir entre "comprar tampones o comprar comida". Ana Torrón, portavoz de la plataforma feminista de Lugo, explica que en España el 20% de la población femenina no tiene acceso a una higiene íntima correcta.

La pobreza menstrual también tiene mucho que ver con la dignidad menstrual. En otras palabras, tener acceso a baños limpios, jabón, no tener que bajar la voz para pedir un tampón...

Pese a existir desde los comienzos de la humanidad, la regla sigue siendo un tabú. Raquel Graña, sexóloga y educadora sexual, explica que esto se debe a que los temas relacionados con la mujer siempre se han enfocado de una manera negativa, y que no ha sido hasta los últimos años cuando se ha comenzando a avanzar.

Este cambio está intimamente relacionado con la educación. Educar a los niños es clave para normalizar este fenómeno. Mercedes Bouza, profesora de pedagogía terapéutica del instituto de Ribadeo Dionisio Gamallo, observa que el interés en visibilizar la menstruación va en aumento gracias a charlas o actividades organizadas entre diferentes instituciones.

El restaurante lucense, de Guitirz, La Casilla de Adrián Pereira, es un claro ejemplo de que poco a poco a la sociedad está más concienciada en lo relacionado a la higiene íntima de la mujer. En los baños de su establecimiento hay unas cestitas decorativas donde "todas las personas que lo necesiten pueden coger productos de higiene íntima sin acarrear ningún tipo de gasto. Gratis"

Pese a que en los últimos años se ha avanzado a pasos agigantados, todavía queda camino por recorrer. Como explican las expertas, la forma más sencilla y rápida para abolir la pobreza menstrual es permitir que todas las personas que lo necesiten tengan acceso a los productos de higiene íntima femenina. Sin embargo, llevar a cabo proyectos o actividades para concienciar sobre el tema, o simplemente realizar pequeños gestos como el de Adrián Pereira , hacen que el camino para conseguirlo sea mucho más fácil.