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Pontevedra limita toda la ciudad a zona de tráfico reducido

Con este sistema la capital considera que cumpla con la ley de bajas emisiones sin cobrar ni reducir el acceso solo a vehículos ecológicos

El Concello de Pontevedra aprobó en la Xunta de Goberno, el PMUS (el Plan de mobilidade Urbana Sostible). Un documento que aporta una tercera vía alternativa, propia de Pontevedra, para cumplir con la Ley de Bajas emisiones que el Gobierno Central implantará a partir del próximo año en las ciudades de más de 50.000 habitantes.

La propuesta de Pontevedra incluida en el PMUS, es la de NO cobrar peajes por acceder al centro, ni limitar el acceso solo a los vehículos ecológicos. Pontevedra plantea como tercera vía limitar todo el caso urbano, incluido Monte Porreiro y Estribela, como “zona de tráfico reducido”, con el compromiso de seguir limitando la circulación para que la ciudad cumpla con las exigencias ambientales que marca la Ley. Una solución que aun no está aprobada por el Gobierno pero que se está negociando con el Ministerio de Transición ecológica para que la opción de Pontevedra sea aceptada en la nueva Ley.

La portavoz del Gobierno municipal, Anabel Gulías, aclaró que con esta propuesta, Pontevedra NO se niega a cumplir la Ley, sino que ya cumple sobradamente las exigencias fijadas en la norma y plantea como alternativa el propio modelo Pontevedra; pero deja claro que el Concello no apuesta por pagar para acceder con los coches al centro urbano, ni limitar el acceso a vehículos únicamente con certificación ecológico.

Precisamente para seguir apostando por el modelo Pontevedra y para cumplir con las exigencias de la nueva ley de bajas emisiones, el gobierno local ha solicitado una subvención de 3 millones de euros para dos proyectos concretos. Uno es la reforma de la rúa da Santiña para la que se solicitan 1,7 millones de euros. Y el otro es para la instalación de una red de control de tráfico, movilidad y emisiones por toda la ciudad. Un proyecto para el que se solicitan 1,2 millones de euros.

Se trata de un proyecto muy ambicioso para cambiar gran parte de las cámaras de tráfico. También se instalarán medidores de movilidad y sensores para medir la calidad del aire. Todo ese sistema estará centralizado en la sala de pantallas de la policía local.

Este nuevo sistema ofrecerá además información directa a los ciudadanos a través de paneles instalados en las calles, para conocer en tiempo real el número de plazas libres para aparcar, o cual es la calidad del aire. Y por otra parte, la policía local tendrá datos reales de movilidad, tanto del tráfico de vehículos como de peatones, bicicletas o patinetes; lo que permitirá actuar al momento para rebajar los niveles de circulación en caso de ser necesario, según reseñó la concejala de seguridad Eva Vilaverde. El Gobierno local espera que todo este sistema de control esté operativo a finales del próximo año.