La autocrítica como método para evitar otro Día de la Marmota
El Celta lleva 10 puntos y solamente tiene dos de colchón con el descenso
Vigo
Había una tradición en el Celta, ya perdida con el paso del tiempo, de una comparecencia del director deportivo cuando se cumpliesen las diez primeras jornadas. Sostenía Miguel Torrecilla que al cumplirse más de un cuarto de la competición, ya se definía bastante por dónde podían ir los tiros de esa temporada. No era una fórmula matemática pero si daba bastantes pistas.
Cumplida la jornada 10 de Liga, el Celta es 14º con 2 puntos sobre el descenso que marca, en estos momentos el Girona con 8 puntos. El colchón del Celta solamente es de tres capas con Mallorca (9 puntos), Espanyol (9 puntos) y, el próximo rival del lunes, el Getafe con 9 puntos también. Decía el presidente en verano que había que ver para arriba y ser ambiciosos. El Celta se encuentra a 8 puntos de ese invento llamado Conference League y a 10 puntos de la Europa League. En Casa Celta apelan al complicado calendario del equipo (que ya se sabía en julio) y a que llevan los mismos puntos que la temporada pasada. Pero los datos también dicen que el Celta es el segundo equipo más goleado después del Elche, que lleva 3 de los últimos 18 puntos, que lleva 5 derrotas en los últimos 6 partidos, que solamente ha ganado 1 partido fuera en las últimas 16 salidas o que no remonta para ganar un partido desde mayo de 2021 en el Camp Nou.
El dato de ser el segundo equipo más goleado es preocupante. Y el problema es que, en muchos de esos partidos, jugó el equipo de Coudet con un doble pivote defensivo con Fran Beltrán y Tapia. Y ni así pudo evitar la sangría. El Pucela no había marcado más que un gol en el resto de partidos en casa.
Pero también hay otro dato preocupante porque este Celta imberbe, en construcción y sin acoplamiento solamente tiene a cuatro jugadores que han marcado gol. Aspas (6), Gabri Veiga y Óscar (2) y Gonçalo Paciencia (1). El de Gonçalo Paciencia lo marcó en la primera jornada de Liga. Es muy preocupante que los que tenían que dar un paso al frente ante las ausencias de jugadores jerárquicos como Denis, Brais, Mina o Nolito, no lo están dando. Cervi no ha visto portería y casi ni se ha acercado a ella, Paciencia marcó en la jornada 1, se lesionó y, ahora, sigue su fase de recuperación; Strand Larsen ha dejado dos asistencias y ha forzado dos penaltis y una expulsión pero rara vez recibe con ventaja cerca del área para poder definir. Carles Pérez lo intentó de todos los colores con esa capacidad de desborde que tiene pero todavía no ha tenido suerte. Augusto Solari ejerce de interior más que de aquel jugador con llegada por banda de Racing. Luca de la Torre y Williot sabemos que existen porque los vemos en la ficha de los partidos cada fin de semana. La única buena nueva es la de Gabri Veiga que se está atreviendo y lleva 2 goles y 1 asistencia.
Bien haría el Celta, ahora que pasaron las diez jornadas de Torrecilla, en hacer autocrítica, dejarse de apelar a la mala suerte y afrontar los cuatro partidos que tiene antes de Navidad como cuatro finales: Getafe, Almería, Osasuna y Rayo Vallecano. Cuatro equipos complicados y necesitados por lo que estamos en igualdad de condiciones en esas cuatro batallas de “Los juegos del Hambre”. Si el equipo vuelve a ponerse el mono de trabajo y a apretar los dientes o si el equipo sigue esperando que Aspas lo arregle todo.
Esos duelos definirán el estado de ánimo, las condiciones de este equipo y los objetivos a marcar después del Mundial. Otro ridículo como el de Valladolid podría ser una bomba de relojería en el vestuario. Una victoria contra el Getafe daría tranquilidad para viajar a Almería en donde el equipo local lleva dos victorias seguidas en casa marcándole 3 goles a los rivales.
En el “año que vivimos peligrosamente” en el que el Celta se quedó a un gol del Leganés de bajar a Segunda, en la plantilla había tres porteros de la casa como Rubén Blanco, Sergio Álvarez e Iván Villar, y una defensa con Hugo Mallo, Kevin, Olaza, Juncá, Aidoo, Araujo, Murillo, Costas, Jorge Sáez y Sergio Carreira; un centro del campo con Lobotka (hasta enero), Okay, Bradaric, Beltrán, Pape, Brais Méndez, Denis Suárez y Rafinha. Y una delantera con Nolito, Aspas, Mina, Smolov, Pione Sisto y Juan Hernández. Haría bien el Celta en recordar el pasado para no repetir errores que nos llevaron, incluso, a rezar en la grada de Cornellá a los que estábamos allí.