Sí, los sustos pueden quitarnos años de vida
Perder la voz o que aparezcan canas, así reacciona el cuerpo humano a las bromas pesadas
Sí, los sustos afectan a nuestro corazón
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Lugo
Llega Halloween y llegan las calaveras, los fantasmas y los sustos. Durante la noche de difuntos es hiperprobable que más de uno intente hacerte saltar más que Ana Peleteiro para poder reírse a tu costa, grabarte y seguramente acabar en Tik Tok o Instagram. Y sí, lo sustos pueden llegar a quitarte años de vida.
Lo que empieza como una broma con la que pasar el rato corre el riesgo de terminar como anécdota que recordar a generaciones futuras para que nadie vuelva a replicar comportamientos jocosos. Según el doctor Lorenzo Armenteros, el estrés inmediato que el cuerpo experimenta en el momento de un susto provoca "la secreción en cascada de varias hormonas como la adrenalina o la dopamina, encargadas de aumentar el ritmo cardíaco y subir la presión arterial".
Este es un mecanismo de defensa que el cuerpo emplea como respuesta a un miedo externo y "es positivo en cuanto a que nos permite escapar de una situación de peligro", pero matiza el experto que "el incremento de la presión arterial puede provocar una subida de tensión que acabe en consecuencias agudas graves".
¿Son los sustos aptos para cardíacos?
El doctor dice no sentirse capaz de decir que "no se asuste a personas con diabetes o que sufran de alguna enfermedad del corazón" si estos son "pequeños, como los que se suelen hacer en noche como esta".
Existen diferentes tipos de miedo y cada uno de ellos tienen un efecto antagónico en el cuerpo humano. Primeramente, destaca el experto, está el miedo a terceros, "esta sensación que tenemos cuando vemos una película de miedo" que dista mucho del terror que sentimos cuando queremos escapar de una catástrofe.
En el primero de los casos apenas hay variaciones en el organismo, pero en el segundo sí. "La cascada" de reacciones fisiológicas como la subida de las pulsaciones por minuto o el aumento de la presión arterial "se multiplican", lo que provoca estrés y, a su vez, resta años de vida.
Situaciones en las que nuestro cuerpo llega al límite del terror pueden provocar consecuencias como "quedarse sin voz o ver cómo nuestro pelo cambia de color y se vuelve blanco en un corto espacio de tiempo". Explica Armenteros que esto "suele ser poco común", pero el "aumento de la presión arterial puede llegar, incluso, a afectar a parte de nuestro cerebro y que nos deje como si hubiésemos sufrido un ICTUS".
Sara Meijide
Redactora de Radio Lugo