Renfe no vio trascendente el aviso sobre la curva da Grandeira

Santiago de Compostela

La carta de Iglesias Mazaira, el jefe de maquinistas de Galicia que alertó de los peligros que tenía la curva da Grandeira dos semanas después de la puesta en funcionamiento de la vía, fue la gran protagonista de la undécima jornada por el juicio del Alvia. Dos técnicos de Renfe hablaron sobre esta cuestión: uno, negó haberla recibido; el otro, que sí que la recibió y que la remitió a sus superiores, declaró que no le dieron "trascendencia" porque aunque la curva era "un punto crítico", "cumplía toda la normativa":

José Luis Rodríguez Vilariño comentó que "en ese momento" no vio la advertencia de Mazaira "relevante", como se demostró con el paso del tiempo que era, y que simplemente se limitaron a corroborar que la curva "cumplía toda la normativa". Esto es algo que también sostuvo Ángel Lluch, que dijo no tener constancia de haber recibido este documento, pero que incidió en que en la curva todo estaba de acuerdo con las normas.

El caso es que pese a que Vilariño adjuntó el documento de Mazaira y lo reenvió por correo junto con otros cuatro, el asunto de la falta de seguridad en la curva no se trató en la reunión. Este testigo no tiene muy claro por qué se decidió no hacerlo, aunque sí que comentó que "no se le dio trascendencia" y porque en esa comisión "no había interlocutores de Adif".

La falta de seguridad en la curva no se trató, y Vilariño y Mazaira quedaron en reforzar la formación de los maquinistas para que extremaran la precaución en este punto. Lluch comentó que, más allá de la atención del maquinista, del factor humano, no había nada que frenase el tren.