Los sellos de las cartas bomba llevan la imagen de Santa Trega, A Guarda
La Policía centra su búsqueda del autor en Valladolid, León y Galicia
Continúan las investigaciones para detener al autor de las cartas bombas con explosivo que fueron enviadas la pasada semana a diferentes instituciones del territorio español. La Policía sigue el rastro de uno de los paquetes que pasó por el Centro de tratamiento postal de Correos en Valladolid. Hasta este punto llegan envíos de Valladolid, León y de toda Galicia, áreas en las que se centran ahora las pesquisas.
Más información
El paquete que llegó a Madrid desde Valladolid, pasó por el escáner de Correos sin ser detectado y tenía, al igual que el resto, un sello con la imagen del castro de Santa Trega, dedicado al Concello de A Guarda. Este se puso en circulación el pasado 21 de abril.
Revisar 35.000 sellos
De acuerdo con los datos que Correos ofrece en su web, el sello con el que se enviaron los paquetes pertenece a una serie llamada 'Naturaleza' de 135.000 ejemplares y no solo circulan por Galicia, sino que se pueden comprar por 2,70 euros en cualquier parte de España.
Las pesquisas se han reducido hasta los aproximadamente 35.000 sellos con esa imagen que fueron distribuidos en Galicia, León y Valladolid, las zonas de donde puede proceder el primer paquete explosivo que ha podido ser rastreado.
Según ha sabido este canal, esos sellos se vendieron en su mayor parte, individualmente, y a coleccionistas o amantes de la filatelia. Todo indica que el autor de los paquetes explosivos, la principal teoría sigue apuntando a un hombre solitario, un 'Unabomber', compró seis sellos de una vez.
Los investigadores siguen esta y otras pistas para encontrar al autor de los ataques al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la ministra de Defensa, Margarita Robles, la Embajada de Estados Unidos y la Embajada de Ucrania en Madrid, el Centro de Satélites de la base de Torrejón de Ardoz y la empresa de armamento Instalaza, de Zaragoza.
Sin matasellos
Los TEDAX de la Policía Nacional tuvieron que detonar de forma controlada las seis cartas explosivas, pero han conseguido recuperar dos de los sobres en buenas condiciones, lo que está permitiendo a los agentes analizar la letra del autor de los envíos para elaborar un perfil, además de intentar extraer huellas dactilares y ADN.
Además, las pesquisas apuntan a que el responsable de los envíos consiguió sortear algunas barreras de seguridad en Correos, porque dos de los sobres no llevaban matasellos.
El autor no escribió nada en las cartas, más allá del destinatario y el remitente. En cuanto a los remitentes, se trata de diferentes direcciones de correo electrónico. Los investigadores ya han comprobado que son emails inexistentes, que no conducen a nadie.
En cuanto a la composición de los envíos, se trata, como se avanzó, de pólvora con metralla, pero las investigaciones han descartado que fuera comprada en tiendas de material pirotécnico o petardos. La hipótesis principal es que el autor extrajera la pólvora de los cartuchos de un arma de caza.