Celta y Sevilla vuelven a la realidad después de un mes de tregua
Los dos equipos se encuentran en la parte baja de la clasificación
Vigo
El Mundial y su famoso parón han servido para meter en el congelador los problemas. Ahí han permanecido un par de semanas durante las vacaciones de los jugadores, y casi otro mes, bien congeladitos. Ahora que llega la Navidad, como el buen marisco, hay que descongelarlo y ponerlo en la mesa. Y eso es lo que le va a pasar al Celta y al Sevilla en su dramático partido del viernes en Balaídos. Un Sevilla que visita Balaídos en puestos de descenso, solamente con 11 puntos en su zurrón. Todo esto aderezado con noticias que llegan desde Sevilla de un posible mal rollo entre Monchi y Sampaoli, mientras Lopetegui empìeza con victoria su etapa del Wolverhampton y Del Nido padre amenaza con volver. El Sevilla es 18º y el Celta es 17º. Esa es la realidad de ambos. El empate contra el Rayo Vallecano 0-0 y gracias, sirvió para que el Celta pasase este proceso de hibernación fuera del descenso. Solamente con un punto de ventaja, pero sirvió el efecto para que no se hablase absolutamente nada de un primer tercio de Liga absolutamente horroroso del Celta. Los celestes no ganan en casa desde el 2 de octubre cuando vencieron 1-0 al Betis en Balaídos. Fue una de sus dos victorias en casa. La otra también ante un equipo andaluz, el Cádiz, por 3-0. Dos pírricos empates contra Espanyol en la primera jornada y Getafe, y derrotas contra Madrid, Real Sociedad y Osasuna. Esta última ya con Carvalhal recién llegado de Braga por la A-8.
Tampoco el Sevilla está para tirar cohetes porque, con la espectacular plantilla que maneja Sampaoli, solamente pudo ganar al Mallorca 0-1 con un golazo de Gudelj. Empates contra Athletic, Valencia en el Pizjuán y contra el Betis en el Villamarín. Después también derrotas contra el Madrid en el Bernabéu, y contra el Rayo y Real Sociedad en casa. En total, 6 de 21 puntos posibles de Sampaoli, 1 de 6 posibles de Carvalhal. Si bien es cierto que el primer partido de Carvalhal contra Osasuna no tuvo tiempo ni para presentarse a sus jugadores.
Ahora afrontan ambos un choque a cara de perro pero, eso sí, después de tener un mes para preparar este regreso a la competición. Por tanto, ese proceso de hibernación, ese neverazo de los problemas, por lo menos lejos de los focos mediáticos, les ha permitido trabajar para intentar activar en sus equipos el efecto Sampaoli o el efecto Carvalhal. Ambos van a tener que afrontar su retorno sin haber tenido fortuna con Papá Noel pese a haber escrito su carta. Ahora esperan, con mucha necesidad y con ganas, que los Reyes Magos se porten un poco mejor y no les traigan carbón de azúcar. La carta de Carvalhal ha sido muy austera porque no quiere molestar; es como el niño que saca buenas notas y que dice que con que me traigan algo ya soy feliz. Sampaoli es el niño que pasa las páginas del catálogo de regalos de El Corte Inglés de manera compulsiva. Ha pedido un central izquierdo, un lateral izquierdo, un central derecho, un delantero y un falso 9. Yo supongo que el niño Carvalhal también pediría lo mismo pero es consciente de que sus padres no creen mucho en los Reyes Magos.
En esta pretemporada de Sampaoli y Carvalhal, ya se han ido definiendo cosas al margen de los duelos de Copa del Rey que sirven para cumplir el trámite ante rivales inferiores y evitar titulares de fracaso. Pero en los amistosos del Celta y Sevilla han visto cosas que han servido de prueba para la batalla de Balaídos. En el Celta también se ha definido bastante la fórmula Carvalhal. Una cosa es la Copa del Rey ante rivales más austeros, y otra bien distinta la Liga. Los cinco atrás que Carvalhal ejecutó con acierto contra el Rayo, parece que será la fórmula decidida. El único cambio que se podría producir es la entrada de Hugo Mallo en ese lateral o carril largo en sustitución de un Kevin que cumplió, con creces, en Vallecas. Mingueza, Aidoo y Unai en la defensa de tres centrales y Javi Galán es fijo desde que firmó por el Celta. La otra duda pasa por saber quién ocupará el puesto de pivote. O dicho de otra forma, quién será el acompañante de Gabri Veiga en el centro del campo. Renato Tapia ha tenido más oportunidades que en la era Coudet y podría adelantar en la rotación a Beltrán. El que parece que ha perdido fuerza en la rotación es Óscar Rodríguez. El otro día incluso vio como le adelantó Luca de la Torre en el partido contra el Gernika. Arriba, pese al buenísimo momento de forma de Carles Pérez, parece poco probable que siente a Franco Cervi, extremo habilidoso reconvertido en trabajador infatigable del metal. Y es que Aspas y Strand Larsen parecen intocables, sobre todo viendo el rendimiento deficitario de un Paciencia al que no le ha sentado nada bien que el imberbe noruego le haya ganado la titularidad; ya no con Coudet, sino también con un técnico portugués como Carvalhal.
El viernes volvemos a descongelar las crisis de resultados, de identidades, de proyectos para que se enfrenten en Balaídos el Celta (12 puntos) y el Sevilla (11 puntos). Los de Carvalhal se fueron al parón de Liga fuera del descenso por un punto. Los de Sampaoli necesitan recuperar sensaciones cuanto antes. Será un duelo por todo lo bajo. Mientras, Monchi y Luis Campos están a la espera en sus casas. Dependiendo de quién pague la ronda de platos rotos, sonará el teléfono rojo en San Fernando o Esposende para activar la operación “fichajes navideños urgentísimos que no eran necesarios hace una semana”.