El enigma de Gorka Santamaría
Un Dépor con poca pólvora abre la puerta al tercer máximo goleador de la liga pasada
A Coruña
En la vuelta al trabajo del Deportivo hay un futbolista que retorna sabiendo que tiene las horas contadas en Abegondo: Gorka Santamaría. El club necesita liberar fichas para moverse con soltura en el mercado de invierno. El presidente, Antonio Couceiro, hablaba este jueves de "tres fichajes" para retocar un plantel que a día de hoy solo tiene una ficha disponible. Es necesario retocar una plantilla que ha evidenciado sufrir algunos agujeros, uno de ellos la falta de efectivos en la punta de ataque. En esa tesitura resulta más llamativo prescindir de un futbolista que la pasada campaña subió al podio de máximos goleadores de la categoría.
Gorka Santamaría vivió una campaña de menos a más en Badajoz. Allí coincidió con Óscar Cano hasta la destitución de éste en la jornada 22 y arrancó la liga de manera similar a la iniciada en A Coruña. Titular en la jornada inaugural, se cayó del once inicial sin retornar a él hasta el séptimo encuentro de liga. Hasta ahí tan solo un gol en su haber y cinco suplencias. Nuevo paso por el banquillo en la jornada 8 y desde la 9 titular indiscutible en todos los encuentros para sumar seis dianas más.
El balance goleador de Gorka Santamaría fue equilibrado: 7 goles con Óscar Cano y 8 tras la salida del granadino. Sus 15 goles le dejaron por detrás del deportivista Quiles (18) y de Héctor (16), delantero del Rayo Majadahonda. Su gran temporada llamó la atención de varios equipos. El Córdoba lo quiso como su ariete estrella, pero la irrupción del Deportivo le hizo cambiar de destino.
El Deportivo buscaba un punta para dar otro aire a la delantera tras abrir la puerta de salida a Miku. Gorka Santamaría gustaba por su capacidad goleadora y por su conocimiento de la categoría. Además en Plaza de Pontevedra buscaban dotar al equipo de un plus de carácter que en los últimos años había brillado por su ausencia y Gorka se adaptaba a esa nueva política de jugadores bregados que no rechazaban la lucha cuerpo a cuerpo.
Los inicios de la pretemporada mostraron a un futbolista plenamente integrado en el equipo. Pronto empezó a mostrar sus credenciales, convirtiendo en gol todo lo que el equipo acercaba hasta el área. Inició la liga en el equipo titular ante la Balona, siendo sustituido en el minuto 67´. Prácticamente no volvería a gozar de una oportunidad similar. En la sexta jornada salió de inicio ante el San Fernando y se mantuvo en el césped 77´. Ahí acaba su protagonismo en el equipo.
Las 15 jornadas restantes se resumen en tres partidos con media hora de juego (uno de ellos en Badajoz, donde el equipo se queda con un jugador menos nada más saltar al campo), cuatro encuentros en los que no saltó al verde y siete ocasiones en las que disputó 20 o menos minutos. Con Óscar Cano, su técnico de la pasada campaña, nunca fue titular. En dos partidos no salió al campo y en otros dos su entrada al partido fue testimonial. Ni siquiera en Ceuta, con Max Svensson mermado de manera evidente por un virus, tuvo opción a salir de inicio.
Ahora ya conoce que es el elegido para liberar fichas y aunque hoy trabaje con el equipo, la intención es que no prolongue mucho más su estancia en A Coruña.