Situación insostenible en las urgencias gallegas

Santiago de Compostela

El panorama en los servicios de urgencias de los hospitales gallegos cada vez es más complicado. Aumenta un 40% la demanda de atención con respecto a 2022, los profesionales no pueden atender a todos los frentes y los pacientes tienen que esperar hacinados en los pasillos de los hospitales, incluso en casos críticos.

En los primeros días de la semana han atendido a más de 500 pacientes en varias áreas sanitarias, algo insostenible en opinión de los urgenciólogos. En otros lugares la demanda de atención ha crecido un 20%. El portavoz de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias considera que es intolerable que haya entre 35 y 50 pacientes esperando en los pasillos a diario a ser ingresados. Por eso reclama mayor estabilidad a los médicos y que se convierta en una especialidad propia.

En el Hospital Clínico de Santiago, la imagen de los pasillos abarrotados se está convirtiendo en habitual. Esta misma mañana eran 35 que esperaban por su ingreso. Entre ellos, un hombre que llegó prácticamente desahuciado y que falleció poco después cuando le ingresaron en la unidad de críticos.

Por su parte, Fernando Abraldes, el portavoz de los usuarios, aseguraba en una entrevista concedida en el Hoy por Hoy Santiago, que el problema no es ni de esta mañana ni de esta semana, sino que el colapso es permanente. Señaló que todos los días hay gente esperando por una cama, pese a que los datos que maneja el propio hospital es de una ocupación del 60% de las camas.

Esto, a su entender, indica que hay un importante volumen de camas disponibles pero no hay recursos humanos para atenderlas. Por eso denuncia que no haya inversión y que ninguna administración pública quiera tomar medidas efectivas.

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También cargó contra el jefe de servicio al asegurar que estaba decidiendo que los pacientes que tenían que volver a las ambulancias debían esperar en el pasillo. Esto, recuerda, es ilegal.