Agresión homófoba en Vigo: "No me importa ir a la cárcel si mato a un maricón"
Un hombre de 50 años agrede al director de la Asociación PVLSE Vigo, Francisco Fernández
Banco en recuerdo de las dos víctimas del asesinato de la calle Oporto.
La ciudad de Vigo fue, el pasado lunes por la noche, escenario de una nueva agresión homófoba. En este caso, por parte de un hombre de unos 50 años que le dio una serie de puñetazos y patadas a otro por el hecho de ser homosexual mientras gritaba: “No me importa ir a la cárcel si mato a un maricón”.
La víctima es Francisco Fernández, director de un centro referente en Vigo dedicado al colectivo LGTBIQ+.
A las puertas del centro, según ha relatado este miércoles el propio Francisco a la Radio Galega, se asomó sobre las once de la noche el agresor pidiendo dinero para regresar cinco minutos más tarde insultando al par de personas que allí quedaban.
Entonces Francisco se asomó a la puerta para pedirle que se fuera y, de repente, “venga a recibir hostias en la cara, la palabra son hostias, y venga a patadas” mientras continuaban los insultos de “maricón”.
“Estoy de momento descolocado, porque siempre que sufres una agresión, aparte de los golpes, las magulladuras, estás descolocado”, ha relatado la víctima, que tuvo que recibir asistencia sanitaria y que ha denunciado al agresor como autor de un delito de odio tras llamar a la Policía, que se personó inmediatamente en el local LGTBIQ+.
“Descoloca saber, ver, que aún siguen pasando estas cosas, y sobre todo que pasen en las propias puertas del centro LGTBIQ+ de la ciudad que es donde acuden las víctimas”, ha añadido Francisco, el cual especula con el hecho de que tal vez al agresor le molestó darse cuenta, al ver las banderas arcoíris del local, que había entrado a pedir dinero a un local así.
“Aquí viene gente de todas las orientaciones, pero creo que lo de este tipo es algo educacional, una rabia, o un odio interior, que no me cabe en la cabeza que alguien te agreda solo por tu orientación”, ha dicho Francisco, que se niega a tener miedo.
“Cuando salí del armario en un entorno rural hace más de veinticinco años eras el maricón del pueblo y se ceban con uno, el problema de esto es cuando tienes 45 años y te agreden llamándote maricón; te renueven muchas cosas pero miedo no le tengo a nada, además estas cosas nos hacen coger fuerza y mucho de lo que hacemos toma sentido”, ha concluido Francisco.
